La "misericordia" del Papa Francisco con los curas pedófilos

La agencia norteamericana AP afirma que el Sumo Pontífice redujo las sanciones a curas condenados por abuso sexual. El tremendo caso de monseñor Inzoli. Y la palabra del Vaticano: “La misericordia de Francisco se aplica incluso a los culpables de crímenes atroces”


Tocaba a los niños incluso durante las confesiones. En el
pequeño habitáculo, mientras los niños rezaban el Padrenuestro, metía su mano
debajo de la ropa. Ante el rechazo y el miedo, para convencerlos de las
bondades de esas caricias les citaba pasajes del Antiguo Testamento en donde se
describía la relación filial entre Abraham con Isaac.


A monseñor Mauro Inzoli (hoy 67 años) lo llamaban "Don
Mercedes" por su pasión por los coches de lujo con los que paseaba por la
ciudad de Crema, norte de Italia.


Pero esa no era su única "pasión": el religioso
fue encontrado culpable de abusar de niños, entre 12 y 16 años, en todas las
instituciones donde ejerció su ministerio.


Hombre poderoso en Comunion y Liberación -el movimiento
eclesial que nació con la Juventud estudiantil y que basa su finalidad en la
"plegaria, la caridad y el canto"-, fundador del Banco de Alimentos,
párroco durante 17 años de la iglesia de la Santísima Trinidad de la provincia
de Cremona, fue condenado en 2016 a cuatro años y nueve meses de prisión por
haber abusado de los chicos que tenía bajo su tutela en las estancias de verano
e invierno, en la comunidad, en el hospital y en el confesionario.


Hoy su nombre vuelve a resonar en los pasillos vaticanos,
cuando la agencia de noticias AP lo cita como ejemplo de la
"clemencia" que el Papa Francisco habría tenido con un grupo de
sacerdotes acusados de abuso sexual. Según el informe, el Sumo Pontífice habría
reducido las sanciones de estos religiosos, basándose en su pensamiento de una
"Iglesia misericordiosa".


Los curas, cita en su artículo el periodista Nicole Winfield
de AP, habían sido despojados del sacerdocio por la Congregacion para la
Doctrina de la Fe, pero los abogados y sus amigos influyentes apelaron a las
palabras del Papa sobre la clemencia y pidieron reducir estas penas. Francisco
habría escuchado estos reclamos y, en la mayor discreción, los sacerdotes
habrían logrado sanciones más leves, que incluirían una vida de oración y
penitencia y el retiro del ministerio público, pero no la reducción al estado
laical.


El vocero del Vaticano, Greg Burke, dijo a AP que la
misericordia de Francisco se aplica "incluso a los culpables de crímenes
atroces". Y agregó que los religiosos abusadores son removidos del
ministerio, pero no son deshechados "necesariamente" del estado
clerical. Los pedidos de clemencia rara vez fueron escuchados por Benedicto
XVI, quien apartó del sacerdocio a unos 800 religiosos que abusaron sexualmente
de menores.


El pasado 28 de diciembre, en un mensaje a los obispo, el
papa Francisco pidió "tolerancia cero" ante los casos de abuso sexual
a menores por parte de miembros del clero. En su carta, invitó a los religiosos
a escuchar "el llanto y el gemir de estos niños", y dijo que la Iglesia
"llora no solo frente al dolor causado en sus hijos más pequeños, sino
poque también conoce el pecado de algunos de sus miembros". Sin embargo,
los pedidos de clemencia de los abusadores habrían sido escuchados. Un
funcionario de la Iglesia, que solicitó el anonimanto a AP, afirmó que "en
todo este énfasis en la misericordia él está creando un ambiente propicio para
estas iniciativas".



 


El caso de Mauro Inzoli pone en evidencia el manto de
silencio, influencias, y manejos que tienen en el Vaticano algunas de las
causas de religiosos acusados de abuso infantil. Tanto es así que el cura
italiano recibió la clemencia papal y luego fue condenado a cuatro años y nueve
meses de prisón por un tribunal penal por abuso sexual a menores.


Más de veinte páginas de la sentencia judicial muestran el
perverso proceder de Inzoli. "Aprovechando el espíritu abierto que le daba
su fuerte posición y prestigio, traicionó la confianza depositada en él por los
jóvenes en los momentos en que ellos le confesaban sus problemas personales e
incluso durante el sacramento de la Confesión ", escribio el juez de la
audiencia preliminar. La sentencia se basó en cinco casos probados de abuso
sexual, de 2004 a 2008, en chicos de 12 a 16 años. Las víctimas sufrieron un
"fuerte sometimiento psicológico" frente a un cura carismático que
bromebana con ellos y ganaba su confianza para luego someterlos. La justicia
afirmó, además, que "existen casos desde mediados de los años noventa,
pero estos están prescritos".


Un niño dijo que, en 1996, Inzoli lo tocó "durante la
confesión", y cuando le pidio explicación, el líder de CL justificó sus
actos sexuales, haciendo referencia a "una especie de 'bautismo de
testículos', que presentaba como una rito judío mencionado en el Antiguo
Testamento, como una señal del afecto del padre al hijo".


Dentro de la comunidad religiosa muchos sabían lo que
"Don Mercedes" hacía en la intimidad. Otro niño, que asistió hasta el
año 2004 a CL, dijo: "Bromeamos que don Mauro adoraba manejar 'el cambio'
y luego él dio a entender irónicamente que eso tenía que ver con su pasión por
las carreras de coches… Y cuando algunos jóvenes me preguntaron si yo también
había hecho el 'gran premio', me dí cuenta a lo que aludían y cómo estos
comportamientos eran frecuentes … ".


Una joven víctima recordó:"En el verano de 2004, uno de
mis amigos se enteró que había sido designado para dormir en la habitación de
hotel con Don Inzoli. Me dijo que sentía miedo y decepción: 'El padre Mauro no
te deja dormir y te toca toda la noche'".


En 2012, el Papa Benedicto despojó a Inzoli de sus
facultades sacerdotales. En 2014 le fueron devueltas por el Papa Francisco.
"Dada la gravedad de la conducta y el escándalo resultante causado por el
abuso de menores, se invita a Don Inzoli a una vida de oración y humildad, como
signo de conversión y penitencia. También es necesario que se someta a ciertas
restricciones, y su incumplimiento dará lugar a la expulsión del estado
clerical. Don Mauro no puede celebrar y concelebrar la Eucaristía y los demás Sacramentos
en público, ni predicar, sólo podra celebrar la misa en privado", alivianó
la pena el documento vaticano, impidiéndole además el contacto con menores.


"El Santo Padre comprende que para muchos
sobrevivientes y víctimas es difícil econtrar una señal de misericordia, pero
él sabe que el mensaje de misericordia del Evangelio es, en última instancia,
una poderosa fuente de sanación y de gracia", sostuvo el portavoz de la
Santa Sede.


Mauro Inzoli, por órden judicial, pagó 25 mil euros a las familias
de cada una de sus víctimas -ante la queja de letrado, Corrado Limentani, de
que la pena era "excesiva"- y se sumergió en el silencio. Dejó Crema
y viajó a Milán, donde tiene familia. Nada se sabe de su auto de lujo. Con la
"clemencia papal" mantiene su estado clerical. "Don Mauro está
sereno y espera con tranquilidad el juicio final de Dios", finalizó su
abogado defensor. (Infobae)

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