Confirman que la Caja derivará a Buenos Aires sólo en casos de alta complejidad

El interventor de la Caja de Servicios Sociales, Marcelo Castro, visitó la delegación de Caleta Olivia, proviniendo de Las Heras.


Se reunió el miércoles con el intendente Facundo Prades, y luego fue hasta el Centro de Jubilados "Fraternidad" para hablar con los afiliados, y este jueves ya estuvo en la delegación local de la obra social provincial. Asimismo recibió a integrantes del grupo oncológico "Venidicci" del Hospital Zonal.



El interventor no trajo ninguna novedad para los afiliados que esperan respuestas urgentes a la falta de prestaciones médicas, y dijo que, por ejemplo, lo que los gremios suelen solicitar en toda la marcha: "el cese de la intervención", "es una decisión política" que escapa a sus responsabilidades.



Sobre la situación financiera de la Caja, altamente deficitaria, echó culpas a las administraciones anteriores.



También confirmó que se intentará que algunas derivaciones se hagan dentro de la Provincia, para ello se reunió con directores de hospitales. "Debe ser así, primero se debe atender en la zona, y que no sea una primera opción derivar a Buenos Aires. Tenemos especialistas en El Calafate, Río Gallegos, en Las Heras, hay recursos para resolver los problemas. Y lo que supere la complejidad sí se deriva", agregó.



También pidió "paciencia" a los afiliados que deben esperar tanto tiempo para los controles o tratamientos; y que buscará resolver la situación.



Aseguró que seguirá charlando con los prestadores médicos a los que se les deben meses; e incluso la CSS tiene pasivos importantes con la Clínica Cruz del Sur y el MEPRISA.



Más allá de eso, consideró que lo que brinda la CSS no lo da ninguna "prepaga", que la cobertura de la obra social provincial es mejor, y por la mitad de lo que cobra una privada.



Lo cierto es que Castro reconoció todos los problemas de la CSS, como por ejemplo, la situación de los derivados a Buenos Aires, donde a veces tienen que esperar meses para ser atendidos. La Caja les paga alimentos y alojamiento a los afiliados, pero el caso es que muchos viven una situación de desarraigo, esperando demasiados tiempo (varios meses) hasta que los prestadores los atiendan. (La Vanguardia del Sur)
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