Quién es la argentina premiada por el MIT por una app para hacer un test de VIH inteligente y en 15 minutos

Agustina Fainguersch tiene 27 años y desarrolló Muzi, una plataforma que permite solicitar diagnosticadores para hacer un test rápido, a domicilio, y cuidando la privacidad del paciente. Su invento fue distinguido por el potencial impacto social que tendría si se aplicara a gran escala

Agustina Fainguersch tiene 27 años, es argentina y desarrolló una aplicación que permite hacer un test de VIH, en cualquier sitio y en apenas 15 minutos. Además, para cuidar la privacidad, el sistema está pensado para que el diagnosticador no se entere del resultado, que le llega directamente al paciente.



La plataforma se llama Muzi y por este desarrollo, la joven ingeniera en informática fue elegida por el MIT Technology Review como uno de los innovadores menores de 35 más destacados de Latinoamérica de este año.



Esta iniciativa surgió de la mano de Nicholas Walker, biomédico y oriundo de Sudáfrica, a quien conoció estudiando en la Singularity University. La idea era crear una solución que facilitara el estudio y cuidara la privacidad para incentivar a la gente a hacerse un test que puede salvarles la vida. Es que en el VIH un diagnóstico a tiempo es fundamental para iniciar un tratamiento exitoso.



"Se puede vivir 10 años con VIH sin tener ningún tipo de síntomas y cuando se cae en cama es difícil de remontar, pero si se hace el diagnóstico en una etapa temprana, se puede tratar para que la carga viral baje e incluso llegar al punto de no contagiar más", explica a infobae Fainguersch, desde San Francisco, donde ahora está viviendo.



Para llevar adelante este proyecto se adaptó el kit de sistema de diagnóstico rápido (RDT) -se usa hace años para realizar tests de diferentes enfermedades- que incluye una tira reactiva, similar a la de los test de embarazos, donde se pone la muestra de sangre y de ese modo se evalúa, en pocos minutos y con un 99% de certeza (en caso de que se hagan dos test seguidos) si el paciente tiene o no el virus, aunque no permite identificar la carga viral.



"Nosotros modificamos el kit para que el resultado no pueda ser identificado por el ojo humano. Entonces, una vez hecho el estudio, el diagnosticador escanea, a través de la app, esa tira reactiva y el resultado le llega sólo al paciente, directamente a través de la aplicación, un SMS o mail", detalla Fainguersch.



Además de cuidar la privacidad, se busca agilizar todo el proceso de diagnóstico. Así es que si una persona quiere realizarse este test, ingresa el pedido dentro de la aplicación y, en segundos, recibe un detalle de los diagnosticadores cercanos, que son trabajadores independientes. Es que el otro objetivo de este desarrollo es crear empleo.



"La idea es que estos test no se hagan a través de hospitales y clínicas, sino que trabajadores independientes se capaciten para ser diagnosticadores y puedan llevar adelante esta tarea, por medio de la app, como sucede con Uber", explica la desarrolladora, y agrega que para aprender a usar estos tests rápidos no hace falta ser médico ni enfermero, porque son kits donde sólo se requiere una pequeña muestra de sangre o saliva del paciente, que se obtiene fácilmente con un dispositivo incluido en el kit, es decir que no hay que hacer una extracción tradicional con jeringas.



Aclara que, de todos modos, el factor más importante dentro de la capacitación para ser diagnosticador es saber cómo contener y asesorar al paciente, es decir explicarle los pasos a seguir y dónde dirigirse para hacerse el tratamiento.



 



"Hay mucha desinformación en este tema. La gente cree que cuando se recibe un diagnóstico de VIH no hay nada por hacer, y en realidad si se diagnostica a tiempo se puede tratar y vivir como una enfermedad crónica, que incluso es más fácil de sobrellevar que algunas otras", reflexiona.



El proyecto se está probando, de manera controlada, en Sudáfrica. La idea es luego usarlo no sólo para estudiar el VIH, sino también para diagnosticar otras afecciones como chagas o hipertiroidismo.



El desarrollo de Muzi llevó 8 meses y el equipo de tecnología que hace el soporte y seguimiento de esta plataforma está en Argentina. Fainguersch sueña con llevar este proyecto al mundo entero para ayudar, por medio de la tecnología a cuidar la salud. Desde el MIT, justamente, distinguieron su proyecto por el gran impacto social que podría tener si se aplica a gran escala.



"En Argentina recibimos muchos llamados de privados y del Gobierno, pero todavía no definimos cómo llevaremos adelante estos test en el país", concluye. (Infobae)


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