Muertes por coronavirus superan las 2.500 en Irán, pero Rohani dice que el país está preparado

El presidente iraní, Hasan Rohani, afirmó hoy que el sistema de salud de Irán está preparado para contener el coronavirus, que ya ha dejado más de 2.500 muertos y más de 35.000 infectados en el país, pese a las sanciones económicas de Estados Unidos.

El Ministerio de Salud iraní informó hoy que en las últimas 24 horas se registraron 139 nuevos decesos por el brote, lo que eleva a 2.517 el total de muertes en el país de Medio Oriente más afectado por la pandemia y el tercero con más fallecimientos en el mundo.



En un comunicado, el Ministerio agregó que en el mismo periodo detectaron 3.076 nuevos casos, con lo que los infectados en el país ya suman 35.408, de los cuales 3.206 están graves.



Un total de 11.679 personas se han recuperado, agregó la nota.



No obstante, Rohani aseguró que "las infraestructuras y la base del sistema de salud del país son tan fuertes que incluso, si esa enfermedad tiene una escalada, nuestro sistema sanitario, nuestros médicos y enfermeros están listos para el tratamiento", informó la web oficial de la presidencia.



"La nación iraní debe estar orgullosa de su personal médico y sus servidores", agregó Rohani y subrayó que su país no tiene ninguna escasez en productos alimenticios y de higiene, informó la agencia de noticias EFE.



Con el objetivo descongestionar los hospitales, Irán ha comenzado a levantar otros centros de campaña para atender a los enfermos de coronavirus.



"Quizás para el mundo sea sorprendente que en un país bajo sanciones, sus hospitales y camillas están equipados y sus médicos y enfermeros están animados. En esta situación, el 20 % del presupuesto de este año se ha asignado para combatir el coronavirus", agregó.



Irán está bajo fuertes sanciones de Estados Unidos que dificultan su acceso a medicamentos y equipamientos médicos, por lo que Teherán ha pedido a Washington que ponga fin a esa política de máxima presión para mejorar la lucha contra el coronavirus.



Desde ayer, las autoridades iraníes empezaron a implementar un plan de distanciamiento social con medidas más estrictas para contener el coronavirus y que estará en vigor por lo menos hasta el 3 de abril, cuando terminan las vacaciones del año nuevo persa.



Rohani recordó hoy que habrá "castigos" para quienes incumplan las normativas.



Entre las principales restricciones que estipula el plan figura que a las ciudades solo pueden entrar los residentes de las mismas, con el fin de impedir los viajes que numerosos ciudadanos realizaron con motivo de las vacaciones del año nuevo persa.



Las escuelas y universidades permanecen cerradas y queda prohibido la celebración de cualquier ceremonia, sea oficial o informal.



Las lugares turísticos y centros de ocio quedan clausurados, así como los jardines y parques.



Los comercios, salvo los de primera necesidad, tampoco pueden abrir sus puertas, mientras que los funcionarios de las oficinas de la administración pública acudirán en turnos con un máximo de un tercio del personal.



También se van a aplicar restricciones en el transporte de pasajeros en avión, tren y colectivo.Télam 

 


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