Fue Funcionario De Cristina Y Néstor Kirchner

Norberto Oyarbide procesó a Ricardo Jaime

El ex funcionario kirchnerista sigue sumando problemas judiciales


El juez federal Norberto Oyarbide procesó al ex secretario
de Transporte de Néstor y Cristina Kirchner, Ricardo Jaime, por el delito de
malversación de caudales. Condenado por coimero y por su responsabilidad en la
Tragedia de Once, el ex funcionario suma un nuevo procesamiento que refuerza la
idea de cómo se manejaban los fondos y los negocios en la Secretaría de
Transporte entre 2003 y 2009.


Oyarbide procesó a Jaime por haber ordenado la reparación de
120 coches de la empresa Ferrovías que correspondían al Ferrocarril Belgrano
Norte. Según fuentes judiciales, Jaime excedió el marco de una resolución
dictada por el Ministerio de Producción del año 2002, que autorizaba la
operación para reparar hasta 80 coches. En diciembre de 2003, meses después de
asumir, elevó el número de coches a reparar a 120. Cuando era fiscal de
Investigaciones Administrativas, el ex diputado Manuel Garrido había aportado
pruebas a la causa que estaba en el juzgado federal 9. Para Garrido el aumento
del número de coches a reparar de 80 a 120 "ponía a cargo del Estado
trabajos que en realidad consistían en tareas de mantenimiento normal de un
coche que debían haber sido absorbidos por la empresa prestataria del servicio
concesionado de acuerdo a los términos del contrato de concesión". El
total del contrato era de una cifra cercana a los 100 millones de pesos.


Durante años el caso estuvo en manos del fiscal Carlos
Stornelli, quien en 2012 había pedido el procesamiento de Jaime y de los
empresarios porque habían otorgado el contrato de reparación a la firma
controlante de Ferrovías. El juez Luis Rodríguez había indagado y dictado una
falta de mérito para el ex secretario de Transporte. El año pasado el caso pasó
del juzgado de Rodríguez al de Oyarbide por compensación.


El procesamiento por malversación de caudales fue dictado de
acuerdo a lo que indica el artículo 260 del Código Penal: "Será reprimido
con inhabilitación especial de un mes a tres años, el funcionario público que
diere a los caudales o efectos que administrare una aplicación diferente de
aquella a que estuvieren destinados. Si de ello resultare daño o
entorpecimiento del servicio a que estuvieren destinados, se impondrá además al
culpable, multa del veinte al cincuenta por ciento de la cantidad
distraída".


Jaime suma y sigue. Investigado en una decena de causas
judiciales, y condenado a prisión por la Tragedia de Once, sigue caminando por
las calles de Córdoba donde, a fuerza de valijas repletas de billetes, alguna
vez fue el jefe del kirchnerismo. (Infobae)

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