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Dieron de alta al nene de tres años que aspiró purpurina en Tucumán

El niño de tres años que había sido internado en grave estado tras aspirar purpurina en su casa de San Migel de Tucumán fue dado de alta luego de nueve días de internación.


Ian pudo dejar este
jueves el Hospital de Niños, donde ingresó el pasado 16 de marzo, luego de
haber aspirado en forma accidental el polvo metálico que había adquirido su
madre para emplearlo en unas manualidades.



Ese día, el padre del chico lo encontró con el rostro dorado por la purpurina y
enseguida se quejó porque le dolía la panza. El menor tuvo que ser asistido con
respirador artificial y se le realizó en el hospital un lavaje broncoalveolar,
mientras se mantuvo en estado crítico durante varios días.



Aunque se temió lo peor, con el antecedente fresco de un chico que murió el año
pasado por la misma sustancia en la vecina Santiago del Estero, Ian pudo
recuperarse, ya no necesitó el respirador artificial y sólo deberá someterse a
controles para que un neumonólogo vigile su evolución, según informaron medios
locales.



El caso tuvo un final feliz que contrastó con el ocurrido en Santiago del
Estero, ya que la misma sustancia provocó el 8 de noviembre pasado la muerte de
Mauro López, un chico de siete años.



El pequeño había aspirado la sustancia cuando, jugando, la colocó en un silbato
para esparcir las partículas brillosas en el aire y fue internado en grave
estado el 19 de octubre. La purpurina, considerada por muchos años como un
elemento decorativo escolar más, fue prohibida en la provincia de Entre Ríos
por su peligrosidad, especialmente para los menores.



El director del Hospital de Niños de Tucumán, Oscar Hilal, explicó que la
purpurina contiene metales pesados como el cobre y el aluminio. "Es grave
porque cuando el chico la aspira llega al nivel de los bronquios y alvéolos y
altera el intercambio gaseoso que se produce a nivel alveolar, en los pulmones,
lo cual lleva a que el paciente tenga dificultades respiratorias que van en
constante aumento, hasta llegar a una situación crítica que necesite un
respirador. A veces no hay ningún síntoma", explicó al diario La Gaceta.


 


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