Una donante de órganos transmitió el cáncer a cuatro personas, aunque aclaran que es poco frecuente

El autor del estudio, Frederike Bemelman, calificó al caso como "extremadamente raro", al ser el primero que encuentra en 20 años de experiencia.

Desde el journal académico American Journal of Transplantation dieron a conocer la noticia y provocó sorpresa en la opinión pública. Sin embargo es pertinente llevar tranquilidad con estadísticas e información de expertos. El estudio consigna que cuatro personas que recibieron órganos de un mismo donante desarrollaron cáncer de mama con posterioridad. Para los propios autores del informe se trata de un caso "extremadamente raro”.



“Se trata de un episodio muy raro y poco frecuente que según las estadísticas a nivel mundial sólo se produce en cinco casos cada 10.000 trasplantados”, señalaron los expertos.



Riñones, pulmones, hígado y corazón, fueron extraídos de la misma persona para ser implantados en otros cuatro receptores y todos ellos terminaron padeciendo un cáncer de mama tras la operación. Los cuatro enfermos sufrieron metástasis, y tres de ellos fallecieron. El cuarto consiguió sobrevivir después de que los médicos tuvieran que volver a extirparle uno de los dos riñones recibidos y tras ser sometido a múltiples tratamientos, incluida la quimioterapia.



Previamente, de acuerdo al estudio, la donante, de 53 años, no tenía ningún problema médico reconocido, ni siquiera se observaba la existencia de un tumor maligno en estos órganos.



 



La clave: la micrometástasis



En realidad, la paciente sufría “micrometástasis” en cada uno de los órganos donados que pasaron inadvertidas a los controles médicos, señala el estudio. La transmisión no es inevitable porque aunque los controles son capaces de detectar tumores muy pequeños, no tienen la capacidad de hallar neoplasias microscópicas, como sucedía en este caso.



En este sentido, el autor del estudio y profesor de Nefrología en la Universidad de Ámsterdam, Frederike Bemelman, calificó este caso de "extremadamente raro", al ser el primero que encuentra en veinte años de experiencia.



"Por desgracia estos casos son indetectables en el proceso de la donación y por eso decimos que no hay riesgo cero. Intentamos cada vez incorporar pruebas más sensibles, se hace todo lo humanamente posible para descartar el riesgo, todos los estudios que permite la tecnología actual y con las condiciones de tiempo que se tiene en un trasplante; se hacen todas las pruebas para minimizar cualquier riesgo de transmisión, y se hace una historia clínica y física detalladísima", aclaró Bemelman.



A su turno, Elisabeth Coll, directora de Servicios Médicos de la Organización Nacional de Trasplantes, dijo: “Son casos desgraciados de los que podemos y debemos aprender para conseguir disminuir el riesgo al máximo. La incertidumbre tras un trasplante y el riesgo de cáncer puede prolongarse durante dos años, no más. Transcurrido ese tiempo no hay razón por la que estar en vilo y preocuparse”.



La donante en cuestión murió en 2007 de un golpe y después del fallecimiento fue cuando le extirparon los órganos que luego serían integrados en otros pacientes.



La donación de órganos: una apuesta incesante por la vida



Las estadísticas en Argentina señalan que hay una persona trasplantada cada cinco horas. Más de 1.700 corresponden a órganos sólidos como riñón, hígado o páncreas.



El número de beneficiados con un trasplante en el país supera a los 40 pacientes por cada millón de habitantes, lo que lo ubica como líder en la región, por encima de Brasil, Uruguay, Colombia y México, de acuerdo a lo informado por la Sociedad Argentina de Trasplante (SAT).



“Donar órganos salva vidas”, es el lema del INCUCAI y los testimonios de quienes reciben un trasplante emocionan a quienes los escuchen. tn.com.ar


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