La inflación vuelve al 2% en julio y se conocerá antes de las PASO

Es el índice esperado para este mes y que el INDEC informará el 10 de agosto. Los esfuerzos del Central son insuficientes y se demora la recuperación del salario.


La economía se está recuperando.
Un poco más lento que lo esperado, pero ya casi todos los sectores muestran
signos de reactivación, con algunas excepciones como la industria textil y la
del calzado. El campo y la construcción son, por otra parte, los principales
motores de la mejora. Pero en el Gobierno igual hay preocupación: saben que la
mejora aún no es percibida por una amplia mayoría.



La causa es básicamente que el
consumo no termina de repuntar. Mientras que la mayoría de los indicadores ya
muestra variaciones positivas en relación al año pasado, el consumo sigue sin
hacer pie. La inflación del año pasado y la acumulada este año todavía supera
el aumento de los salarios. Los ajustes de tarifas y en alimentos resultan una
carga demasiado pesada para la mayoría de las familias, a las que les resulta
cada vez más difícil llegar a fin de mes.



Los aumentos definidos en las
últimas paritarias deberían ayudar a revertir este panorama, al menos en el
caso de los empleados en relación de dependencia. Pero la inflación no ayuda
demasiado. El proceso de "desinflación", como le gusta llamarlo al
titular del Central, Federico Sturzenegger, también viene más lento de lo
esperado.



"Combustibles, prepagas, dólar y vacaciones
impactarán en el índice de inflación de julio. Al Gobierno le cuesta más de lo
pensado controlar la suba de precios.


A esta altura nadie duda que las
famosas metas 12%-17% resultaron demasiado ambiciosas. Aunque la política
monetaria intentó ser un poco más restrictiva, en realidad los altos niveles de
déficit fiscal complican los planes. Un nivel de inflación del 20% parece más
un piso para el 2017 que el techo. El problema es que en la medida que los
precios no aflojen de acuerdo a lo previsto, se complicará la mejora del poder
adquisitivo de los salarios que se había estimado para este año. Así es muy
difícil que el consumo despegue.



Los pronósticos que marcaban una
continuidad de la caída de la inflación en junio no se cumplieron. Con suerte
se repetirá el índice de 1,3% de mayo. Pero la medición "núcleo" se
mantiene bien por encima del 1,5% por los aumentos de los alimentos. Las
principales compañías de consumo masivo (gaseosas, lácteos, galletitas y
productos de higiene) entregaron listas a supermercados con aumentos de entre
2% y 8% en los últimos días. Buena parte de esas subas se reflejarán en la
inflación del mes que acaba de empezar.



En julio se espera un repunte
preocupante, porque todo indica que la inflación volvería al 2%. El índice
oficial del INDEC se divulgará el 10 de agosto, sólo tres días antes de que se
vote en las elecciones primarias (PASO). El dato ya genera preocupación en la
Casa Rosada. El repunte demostrará que una de las promesas de Mauricio Macri de
combatir la inflación y llevarla a un dígito aún enfrenta grandes desafíos y
está todavía lejos de convertirse en realidad.



¿A qué se debe el salto esperado
para este mes? Hay una serie de factores que confluyen:



* Hay algunos aumentos puntuales
que impactan en el índice, como expensas luego de las subas salariales de los
encargados de edificios, y medicina prepaga (ajuste de 6% autorizado por el
Gobierno para este mes).



* La suba de los combustibles de
7% -que rige desde hoy- representa un impacto directo en el IPC (Indice de
Precios al Consumidor) de 0,3 puntos porcentuales. Pero además impactará en los
costos de las empresas, lo que podría generar nuevas remarcaciones, tal como
sucede cada vez que aumentan las tarifas de luz y gas.



* Estacionalmente julio es un mes
complicado para los precios, en particular por el impacto de las vacaciones de
invierno. Por lo tanto el piso de inflación es por lo general más alto que
meses precedentes.



* Aún es prematuro afirmarlo, pero
el salto del dólar que rozó el viernes los $ 17 podría generar más aumentos. No
sólo en el caso de productos importados, sino también por el costo de
reposición de insumos del exterior. Aunque el atraso cambiario preocupaba al
Gobierno y a los empresarios, si el salto de la divisa es muy rápido puede
impactar en forma casi inmediata en los precios, en particular de los
alimentos. El Gobierno ya mostró que le preocupa la velocidad del aumento, tras
la intervención del Banco Nación, que salió a vender USD 100 millones el último
jueves. Se espera que esta semana los bancos oficiales sigan vendiendo para
evitar más volatilidad cambiaria, sobre todo faltando poco más de un mes para
las primarias.



* El último factor está relacionado
con la política monetaria. Si bien el BCRA mantiene tasas relativamente altas
-26,25% la de referencia- igual se nota bastante flexibilidad. A tal punto que
el aumento de la cantidad de moneda en poder del público supera el 33%. Si bien
puede explicarse en parte por motivos estacionales (por el pago del medio
aguinaldo hay más demanda de pesos) igual luce como un salto exagerado si el
objetivo es bajar la inflación al 17% este año.



Pero al final del día aparece el
déficit fiscal como el gran responsable. Pese a los lineamientos del BCRA, la
necesidad de emitir pesos para financiar al Tesoro y para comprar los dólares
derivados de las colocaciones de deuda obliga a una fuerte expansión de dinero.
Reducir ese rojo fiscal será el gran desafío del Gobierno de cara al 2018 y el
gran dato que estarán mirando los inversores para renovar su apuesta por el
país. infobae.com

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