FMI: Argentina no logró que se trate reducción de tasas

El board del organismo no tratará la próxima semana la reducción de los sobrecostos. Argentina quiere que se reduzcan de 4,05 a 1,05%, con lo que el país se ahorraría unos U$S 10.000 millones en un Facilidades Extendidas a 10 años. No está descartada la cuestión. Podría discutirse en febrero.



El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya definió el temario de los últimos temas que tratará su directorio (Board) en los encuentros de fin de año; y, en el listado, no está incluida la posibilidad de tratar la reducción de las tasas de interés que se le cobraría a la Argentina en un eventual Facilidades Extendidas. La intención de reducir los sobrecostos del 4,05% reglamentario que le correspondería pagar al país en un acuerdo con el FMI, a un más ameno 1,05%. La alternativa debía ser tratada por el Board la próxima semana, sin embargo, ya se sabe, no está en el listado de votaciones de los países accionistas del Fondo. La novedad la confirmó ayer el Gobierno nacional, cuando desde Washington llegó la noticia sobre la imposibilidad de tratar el tema, situación sobre la que hacia noviembre confiaba lograr el ministerio de Economía. Sin embargo, no necesariamente representa una mala noticia.



Por un lado no quiere decir que la reducción de tasas de interés no esté ya más en la agenda, sino que no será tratada durante el 2021. Podría tratarse sin problemas en cualquier reunión del Board del 2022, las que comenzarían en la primer quincena de febrero. Como aún las cuestiones técnicas del Facilidades Extendidas quedan por resolverse, y falta tiempo para que las distancias se acerquen (si se acercan); no hay problemas para esperar resoluciones sobre los sobrecostos. Siempre se supo que era el último tema a resolver, luego de haber acuerdo sobre cuestiones fiscales, monetarias, cambiarias y macroeconómicas generales. Es lógico entonces que, ante el retraso general de las negociaciones (por la distancia entre las partes); la complicadísima cuestión de los intereses también se postergue.



Hay otra razón fundamental para que el asunto tome más tiempo. Es evidente que aún los negociadores políticos argentinos ante el mundo, no consiguieron la masa crítica de accionistas del FMI para alcanzar la mayoría necesaria de votos positivos para que la rebaja sea una realidad. Sin los Estados Unidos y la Unión Europea de aliados, es imposible pensar en la alternativa; con lo que mejor no forzar una decisión que podría ser negativa.



A partir de ahora, habrá tiempo de reestructurar las relaciones diplomáticas con los países que deberían apoyar la iniciativa.   



Esta era la bala con la que Martín Guzmán quiere hacer blanco como principal logro de sus negociaciones ante el FMI; una alternativa que le permitiría a la Argentina una reducción anual de 900 millones de dólares y de algo más de US$9.000 millones en todo el acuerdo a 10 años.



Aún es posible. El tema ya fue expuesto en mayo ante la directora adjunta para el Hemisferio Occidental Julie Kozac y el responsable del caso argentino Luis Cubeddu; sin que la norteamericana y el venezolano se espantaran con el pedido. Pero a todos les quedó en claro que una atribución de este tipo le excede al cuerpo técnico del FMI, y sólo podría lograrse a través de un voto mayoritario de un piso del 85% de los accionistas del Fondo. Esto es, los propios países que financian al organismo y que tienen a los Estados Unidos como aportante mayoritario con el 17% de los votos en el directorio. Será tarea de la diplomacia política y económica local la de conseguir el voto norteamericano y el de la Unión Europea para el momento que el tema llegue al board (se supone en febrero).



El cálculo que debe hacerse para mensurar lo importante que sería reducir las tasas de interés es el siguiente. El FMI le cobra al país por el Stand By firmado por el Gobierno de Mauricio Macri en 2018 un 1,05% más dos puntos porcentuales extra por el exceso de dinero otorgado por superar el límite autorizado por la cuota que le correspondería. Esto fue negociado en el primer semestre de ese año por el Ministerio de Economía que manejaba Nicolás Dujovne, y renovado cuando se extendió el acuerdo en julio de 2018.



Al no poder cumplir el país el primer Stand By firmado, y necesitar una renegociación de plazos y montos a otorgar, llegando al préstamo récord del organismo financiero internacional, la entonces titular Christine Lagarde negoció llevar el crédito a unos US$57.100 millones de los cuales se entregaron US$54.000 millones hasta julio de 2019. En total el Stand By le costaba al país un tasa del 3,05% anual. Sin embargo, al no poder cumplir en tiempo y forma, automáticamente el FMI debe cobrar una tasa del 4,05% por los US$44.500 millones que debe renegociar en un Facilidades Extendidas.


Esta nota habla de:
Más de Nacionales