La mujer en sillas de ruedas que fue abandonada por su hijo en un bar fue derivada a un geriátrico

Ocurrió en Rosario. La protagonista de esa historia es una mujer en silla de ruedas, cuyo hijo dijo que no podía ocuparse más de ella.

La historia de la mujer en silla de ruedas que fue abandonada por su hijo en un bar del microcentro de Rosario, a partir de hoy seguirá escribiéndose en el Geriátrico Provincial. Tras permanecer poco más de doce horas internada en el Policlínico Pami 1, en Sarmiento al 300, fue derivada este sábado después del mediodía a la institución ubicada en Ayolas al 100.



El caso tuvo una amplia repercusión no sólo en los medios de comunicación sino también en las redes sociales que estallaron de comentarios de todo tipo. La historia comenzó a escribirse el viernes alrededor de las 11 cuando un hombre ingresó al bar Calabaza, situado en la esquina de Sarmiento y San Lorenzo, con una mujer en silla de ruedas.



Ambos almorzaron normalmente y cuando llegó el momento de abonar por lo consumido, el hombre pagó lo que correspondía, minutos después se levantó de su silla y se retiró del lugar, dejando a la mujer sin más palabras. En un principio, las empleadas y el dueño del bar no sabían bien qué sucedía y pensaron que tal vez el hombre volvería a buscar a la mujer.



Pero lo cierto es que las horas pasaron y la mujer, de 68 años, continuaba sin recibir ningún tipo de atención. Así fue como Enrique, el dueño del local gastronómico, pudo obtener de parte de la mujer el teléfono del hijo de la señora.



“Llamé al hijo y me dijo que con 35 años ya había hecho demasiado por su madre, que la sacara y la dejara en la puerta del bar porque él no iba a hacer más nada por ella”, relató el dueño del negocio que se vio abrumado por una situación que lo desbordó. “Las dos veces que hablé me dijo que la dejara en la calle, y le contesté que lo hiciera él, porque yo soy incapaz de abandonar a una señora en la calle y dejarla a la buena de Dios”.



Lo cierto es que, después de varios llamados telefónicos de personas conocidas del bar, se pudo dar con funcionarios de la Municipalidad, más concretamente del área de Control y Convivencia y también de la Secretaría de Desarrollo Humano. Así se pudo hacer una cadena de llamados que terminaron dando la directora del Pami en Rosario. Entonces se obtuvo una salida transitoria para esa situación de emergencia que consistió en internar a la mujer en el Policlínico Pami I, ubicado a dos cuadras del bar.



Según indicaron fuentes que intervinieron en el caso, la mujer se encontraba bien de salud aunque un poco desorientada por la situación compleja que tuvo que vivir. Lo cierto es que el caso quedó en manos de una trabajadora social del Pami, que se encargará de seguir el caso, y sobre el mediodía desde la Dirección de la obra social se hicieron gestiones para su traslado al Geriátrico Provincial. Eso finalmente se concretó poco después de las 13.


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