Entre rezos y gendarmes sigue creciendo el campamento de los petroleros desocupados

La mayoría de los petroleros de Caleta Olivia que a principios de año fue despedido por Lufkin permanece acampando en el acceso a la base de la operadora Sinopec en Cañadón Seco. Ahora se les sumaron otros operarios que hace dos meses quedaron cesantes en San Antonio Internacional.

La mayoría de los petroleros de Caleta Olivia que a principios de año fue despedido por Lufkin permanece acampando en el acceso a la base de la operadora Sinopec en Cañadón Seco. Ahora se les sumaron otros operarios que hace dos meses quedaron cesantes en San Antonio Internacional. Ayer volvió a presentarse en ese lugar una comisión de Gendarmería Nacional. También se acercó un pastor para rezar por todos los que perdiendo sus empleos en Santa Cruz.



La protesta de la treintena de obreros que estaban vinculados a Lufkin Argentina, empresa que venía ocupándose de montar equipos de bombeo en los yacimientos de Sinopec, comenzó hace alrededor de tres semanas liderada por el delegado Juan “Toja” Carbajal.



Debido a que habían bloqueado el portón de acceso a la base de la operadora, fueron desalojados por Gendarmería por orden del Juzgado Federal de Caleta Olivia, pero luego reanudaron la protesta el mismo lugar, esta vez sin impedir el ingreso y salida de vehículos.



“Toja” igualmente fue citado por la Justicia que le instruyó una causa por entorpecimiento de una actividad comercial, en tanto que otra veintena de trabajadores de Lufkin, pero residentes en Pico Truncado, canalizaron su reclamo a través de Sindicato Petrolero que lidera Claudio Vidal, logrando el compromiso de Sinopec de ser reinsertados en otra empresa que remplazará a Lufkin, aunque a totalidad de los despedidos cobrará el 100 % de indemnización.



Más protagonistas



Si bien el grupo de Carbajal quedó por ahora “aislado” de la posibilidad de reincorporaciones, no abandona el campamento e incluso este continúa creciendo con nuevos protagonistas.



En efecto, ayer se sumaron algunos de los despedidos de San Antonio Internacional y también llegaron dirigentes y militantes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de otras localidades, entre quienes encontraba la secretaria general de la seccional Pico Truncado, Alba Curaqueo.



Por si ello fuera poco, también lo hicieron varias mujeres referentes del Polo Obrero, otros disidentes de la conducción gremial como Martín “Cuellito” Oñate de Las Heras y gran cantidad de familiares que compartieron un almuerzo consistente en pollos asados a la parrilla. Al igual que otros alimentos, estos fueron donados por los intendentes de Caleta Olivia, Pico Truncado y Las Heras, según contó Carbajal a El Patagónico.



Como hecho inusual para este tipo de prolongadas protestas y en razón que muchos niños (hijos de los desocupados) llegan diariamente a ese lugar a acompañar a sus padres, se colocó una pileta de natación de lona y un castillo inflable.



Gendarmes y un pastor



A media mañana se registró la presencia de una comisión de cuatro gendarmes de una sección dependiente del Escuadrón 39 Perito Moreno, quienes verificaron que la protesta se estuviera llevando a cabo en forma pacífica y que el portón de acceso principal a la base no estuviera bloqueado.



La temperatura era agobiante y se incrementaba porque la charla informal entre los uniformados, desocupados y familiares se realizaba junto a la improvisa parrilla, pero todo de desarrolló sin ningún tipo de incidentes y los efectivos de la fuerza de seguridad se retiraron luego que los petroleros les reiteraran que permanecerían allí hasta poder recuperar sus fuentes laborales.



Inmediatamente después fue presentado ante los manifestantes un pastor de la Iglesia Evangélica Centro Cristiano, Rubén Sosa, quien además de pronunciar una plegaria les pidió que los acompañara para rezar por todos los trabajadores que están perdiendo sus empleos no solo en el ámbito petrolero sino en otras actividades en toda la provincia, incluyendo a los mineros de Río Turbio.



Sosa les solicitó que tuvieran fe en Dios y que no perdieran la esperanza en esta lucha que se asemeja a la que figura en los libros canónicos de Antiguo Testamento, puntualmente la que se refiere a David y Goliat, dando a entender que el primero representa hoy a los trabajadores y el segundo a los grupos empresarios. elpatagonico.net


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