La jueza Yañez tomará recaudos antes de decidir si ordena el reflotamiento de la nave

Marta Yáñez dispuso a hora temprana de ayer que se tome la mayor cantidad de fotografías y grabaciones de video de la estructura del submarino y del área circundante en la que están diseminadas las partes que se desprendieron. Es para obtener nuevas pruebas sobre las causas del naufragio. Por ahora no tiene decidido ordenar que se reflote la nave dado que hay que evaluar riesgos estructurales del casco, de los cuerpos de los tripulantes que yacen en su interior y de la gente que pueda realizar ese operativo.

Caleta Olivia- En coincidencia con el hallazgo del ARA San Juan, ayer se cumplió un año desde que la jueza Marta Yáñez fue oficialmente informada por la Armada de la desaparición del sumergible, es decir que fue el 17 de noviembre de 2017 cuando abrió la causa penal por averiguación de ilícito, la cual aún no fue recaratulada, aunque la magistrada restó importancia a ese aspecto.



Acompañada por uno de sus secretarios, Miguel Viscardi, dijo en conferencia de prensa que a las numerosas declaraciones testimoniales, varios allanamientos y profusa documentación que posee, se suma ahora la aparición del ARA San Juan, hecho que posibilita disponer de un panorama “que puede llevar mucha mayor certeza a la instrucción que estamos llevando adelante”.



En otro orden desestimó realizar algún tipo de cuestionamientos al hecho de que a Ocean Infinity se la había pasado por alto el sitio donde se encontró al submarino, teniendo en cuenta que sus AUV habían relevado ese lugar e incluso el buque ruso Yantar también lo detectó como una posibilidad.



Al respecto señalo que no hay que olvidar que este fue el proceso de búsqueda de mayor magnitud que se hizo en el Atlántico Sur en toda la historia, el cual contó con el apoyo de una docena de países que aportaron elementos de gran tecnología. Y quedó en evidencia que la topografía del subsuelo de estas áreas marinas son muy complicadas. Además puntualizó que era sabido lo difícil que era encontrar un submarino diseñado para no ser detectado.



PIDIO TOMA DE TODAS



LAS IMaGENES POSIBLES



Al ser consultada sobre las nuevas medidas procesales, dijo que a hora temprana ya había ordenado que se tomara la mayor cantidad de imágenes fílmicas y fotográficas posibles (hasta la tarde de ayer solo disponía de tres fotografías), tanto del área donde están diseminadas las partes que recubren el casco rígido de la embarcación, como de la estructura global.



“Ello a fin de contar con un panorama más completo de las condiciones en que quedó el submarino y a la vez del radio en el que están diseminadas las partes”, precisó, en clara referencia a la hélice, tubos lanzatorpedos y la vela que quedó inclinada, como así también de otros elementos que se desprendieron.



El material obtenido es de vital importancia ya que ello posibilitará obtener nuevos elementos “que lleven a afirmar o descartar distintas hipótesis” en torno a la investigación del naufragio que “si bien está muy avanzada, las nuevas pruebas arrojaran un grado de mayor certeza”.



REFLOTARLO



ES UN RIESGO



En otro pasaje de sus declaraciones, indicó que otro de los próximos pasos a seguir será el de analizar junto al fiscal federal Lucas Colla y los abogados querellantes que representan a las familias de los submarinistas fallecidos todas las escenas fílmicas y fotográficas.



A ello agregó que después se podrá hacer un estudio serio de factibilidad de reflotar el sumergible teniendo en cuenta la profundidad a la que se encuentra (unos 907 metros) y a las complicaciones que ese delicado operativo pueda generar.



En ese sentido dijo que es imperioso que no se ponga en riesgo la seguridad de la gente que pueda realizarlo y además hay que evaluar si ello no provoca que la estructura se quiebre, teniendo en cuenta además que en su interior están los cuerpos de los tripulantes.



Sostuvo que también hay que tener en cuenta que son alrededor de 2.500 toneladas las que deben izarse, por lo cual reiteró que por ahora su criterio era no arriesgar un operativo de este tipo por lo cual “yo prefiero conservar la prueba de la manera que está, antes que para el reflotamiento haga falta cortar (la nave) por pedazos o se rompa”.



Además, puntualizó que un reflotamiento requiere de ciertas condiciones que no solo pasan por lo económico sino también por la capacidad técnica con que se cuente.



Finalmente, respondiendo a otra consulta, dijo que no podía establecer por el momento si los tripulantes fallecieron de manera instantánea.



El Patagónico


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