Caleta Olivia: al corte de ruta se sumaron desocupados del municipio

Lo desocupados municipales reclaman la devolución de sus puestos laborales y los choferes y administrativos de Maxia el pago de un subsidio mensual que les prometiera el intendente Fernando Cotillo.

A los extrabajadores de la empresa de colectivos Maxia que a las 8:30 de este lunes comenzaron a bloquear la Ruta 3 en el acceso norte de Caleta Olivia, se les sumó una veintena de desocupados del municipio, a los cuales a fines del año pasado la nueva gestión comunal les anuló los contratos.



El doble piquete emplazado frente a la rotonda de Termap solo se levantó por algunos minutos a las 11:30 y a las 14.30, descomprimiéndose temporariamente las extensas filas de camiones que se formaron sentidos de circulación.



Lo desocupados municipales reclaman la devolución de sus puestos laborales y los choferes y administrativos de Maxia el pago de un subsidio mensual que les prometiera el intendente Fernando Cotillo hasta tanto se ponga en marcha la empresa semi-estatal Urbano que reemplazará a la quedó desafectada del servicio público.



Pasadas las 15:00, ambos grupos de manifestantes no habían recibido intimación judicial alguna para despejar la ruta y en lugar solo se hizo presente personal de la Seccional Cuarta de Policía para labrar una acta de constatación y solicitar a los manifestantes que den prioridad de paso a camiones de caudales y de transporte de gas licuado con destino a Los Antiguos y Perito Moreno.



El delegado de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que representa a los choferes de colectivos, Oscar Contreras, reveló que el secretario de Gobierno del Municipio, Pablo Calicate, les ofreció una adelanto de 5 mil pesos a condición que depusieran la medida de fuerza, pero esa propuesta fue rechazada de plano.



En tanto, varios choferes de camiones manifestaron su indignación por el piquete que no esperaban encontrar en medio de la pandemia de COVID 19.



Uno de ellos, de nombre Marcelo, que se dirigía con destino sur, dijo a El Patagónico que ya estaba hastiado de que se los discrimine a lo largo de sus extensos trayectos porque en muchas ciudades ni siquiera les permiten ingresar a baños de estaciones de servicio o comprar alimentos.



“Nos ven como si fuéramos monstruos que traemos el virus y encima acá en Caleta nos cortan la ruta y las autoridades locales nada hacen por nosotros”, expresó indignado.



Fuente: El Patagónico (Comodoro Rivadavia) 


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