Agrupaciones ambientalistas criticaron llegada de personal a las represas: "Nos cuidan del COVID-19 pero no del extractivismo"

"Estamos en contra de este doble discurso que dice cuidar la vida, cuando la está destruyendo", manifestaron en un comunicado, donde exponen que el cuidado del medio ambiente de Santa Cruz estpa ligado a la salud de la población.

Durante esta semana, causó revuelo la llegada de un vuelo charter con personal de otras provincias hacia Santa Cruz, cuadno la circulación en general está restringida para disminuir la propagación de Coronavirus, sobre todo en Río Gallegos y otras localidades que han visto crecer sus casos. 



La construcción de las represas sobre el Río Santa Cruz no ha frenado en este tiempo de aislamiento social, y la atividad se enuentra enmarcada dentro de las "esenciales". La llegada de personal levantó criticas en cuanto a lo sanitario, pero en el caso de las agrupaciones ambientalistas que forman parte de la "Red Ñimiñ",   también se apunta al "doble discurso" de las autoridades en cuanto a la salud y el ambiente. 



Pidiendo a las autoridades nacionales y provinciales, pidieron que se frenen las represas, una "actividad extractiva" que va según su postura, en desmedro del binestar del ambiente y la población. El comunicado es el siguiente: 



NO A LAS REPRESAS EN EL RÍO SANTA CRUZ



Nos cuidan del COVID-19 pero no del extractivismo: estamos en contra de este doble discurso que dice cuidar la vida, cuando la está destruyendo. Cuidar la naturaleza, es cuidar la vida En base a la noticia del día 19 de agosto acerca del arribo de un vuelo chárter de Aerolíneas Argentinas a cargo de la UTE Represas Patagonia, con 109 personas de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, con destino a la ciudad de Río Gallegos y posteriormente a los obradores de las dos mega-represas sobre el río Santa Cruz, la Red Ñimiñ comunica:



En este contexto en que la crisis socioecológica manifiesta su urgencia dejando a las claras la necesidad de tomar acciones concretas que inclinen la balanza a favor de la vida, nos encontramos con el avance de empresas extractivistas apoyadas por el Gobierno nacional y provincial de Santa Cruz. Nos preguntamos si realmente se valora más la vida por sobre la economía, como nos dijo el sr. Presidente y la sra. Gobernadora, cuando nosotros estamos haciendo grandes esfuerzos para cuidar nuestra salud y la de nuestras comunidades, sin movilizarnos y muchas veces a costa de perder nuestras fuentes de sustento. Mientras tanto, las empresas ostentan sus privilegios para seguir explotando a la Naturaleza y movilizando gente por todo el país, como si no existieran las restricciones que - se supone - están para cuidarnos a todos.





El gobierno nacional, provincial y la UTE Represas Patagonia, avanzan con una obra cuestionada social y legalmente, que ha desoído el Convenio 169 de la OIT tras dar comienzo a la construcción sin haber realizado la debida consulta a los pueblos originarios de la región. Se han incumplido tratados internacionales que obligan al Estado y a la empresa a realizar la consulta de manera previa, libre e informada. Parece que para el Estado sólo algunas vidas son más importantes que la economía y, en los hechos, las leyes no son iguales para todos. Nos dicen que estos mega-proyectos extractivos son esenciales porque generan trabajo, pero nos preguntamos qué clase de trabajo generan, para quiénes y con qué consecuencias. La realidad nos marca que esos trabajos - la gran mayoría de ellos son precarizados - que agudizan las desigualdades entre varones a quienes se contrata para esas obras y demás población que es relegada a tareas mal pagas y poco valoradas socialmente. Las industrias extractivas generan ganancia para pocos y conflictividad y violencia social para las mayorías.



Hoy el mundo entero habla de la salud y el Gobierno argentino pareciera estar comprometido con el cuidado de la población frente a la pandemia de COVID-19, pero llegan estas noticias desde Santa Cruz y nos preguntamos: qué tan preocupados están por nuestra salud, si siguen avanzando en la destrucción de nuestro ecosistema? Existe acaso proteger la 'salud' de una especie, aislada del hábitat en el que vive? Tiene sentido preservar la vida humana, a costa de la vida no-humana? Cuánto tiempo subsistiría la humanidad, sin agua dulce?



En un contexto donde la muerte aparece como amenaza corriente y la encontramos reducida a un valor cuantitativo, sostenemos que no están dadas las condiciones para seguir apostado a un sistema que ha demostrado ser invivible. El agua no puede seguir funcionando como moneda de cambio, ni podemos entender a los ríos como simples generadores de energía eléctrica. Queremos que esta pandemia sirva para entender que la búsqueda de alternativas amigables con la naturaleza es urgente y debe ser política de estado. Pedimos al Gobierno nacional y provincial, que cumplan con sus promesas, cuiden de la naturaleza y de nuestras vidas. La Red Ñimiñ se expresa a favor de la vida



RED ÑIMiÑ: Río Vida; Río Santa Cruz-El Calafate ; Red Ecosocisliasta; Comunidad mapuche-tehuelche Lof Fem Mapu; Movimiento Patagonia Libre; Río Santa Cruz sin Represas y Río To Rivers


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