Incautaron casi 5 kilos de cocaína en la terminal de ómnibus

4 kilos 800 gramos de clorhidrato de cocaína de máxima pureza formó parte de uno de los tantos operativos denominados "terminales seguras" cuay orden se emitiera desde el Ministerio de Seguridad Nacional a todas las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales.

En este caso, fue la Policía Federal Argentina Delegación Comodoro Rivadavia conjuntamente con efectivos de la Policía del Chubut a cargo del escáner situado en la terminal de transportes céntrica quienes detectaron la importante cantidad de droga valuada en varios miles de pesos.



Se trata de operativos sorpresa con días y horarios alternados entre las fuerzas policiales y en este caso, la noche del miércoles se procedió al control, físico y documentológico de los pasajeros que provenían del norte en un micro de la empresa Andesmar, muchos de los cuales proseguirían viaje hacia Santa Cruz. Se hizo descender a los pasajeros y hacer pasar sus respectivos equipajes por el escáner.



Así fue, pasaron todos los pasajeros, pero notaron que en el buche del colectivo quedaba una valija que no fue reconocida por ningún pasajero: dicha maleta fue pasada por el escáner cuyas pantallas captaron la imagen de cuatro bultos rectangulares. Ante la posibilidad que se trate de elementos al margen de la Ley o la sola posibilidad de que sea droga, se informó del acontecimiento al Fiscal Federal de esa ciudad, doctor Norberto Bellver, quien dio el visto bueno para la apertura de la valija y los bultos.



Esto se hizo ante testigos civiles y constataron al abrir uno de los bultos que se trataba de una sustancia blanca que al practicarle el narcotest, los reactivos químicos dieron como positivo; se trataba de clorhidrato de cocaína de máxima pureza.



Posible modus operandi



Obviamente, no había pasajero alguno a quien hacerle alguna imputación y se procedió al secuestro de la droga cuya tenencia y comercialización es remprimida y penada por la ley 23.737. Tras el operativo, el transporte público de pasajeros larga distancia prosiguió su normal recorrido. Consultada una fuente policial de la Brigada local de la PFA, este dejó entrever su particular visión del modus operandis: hay una persona que en la salida del colectivo se encarga de despachar la valija o encomienda, y se queda con el troquel de la misma. Habría otra persona (en la jerga “mula”) encargada de “custodiar” con la mirada ese cargamento, aunque la encargada de retirar dicho cargamento es quien se quedó con el boleto o troquel de la encomienda.



Dicha persona viaja cómodamente en avión hasta que llega al destino donde envió la encomienda y se presenta a retirarla y una vez que lo hace, la droga entra en el circuito de “agrandamiento” (Si la droga es pura se la rebaja con otros elementos para que pese más), fraccionamiento y posterior comercialización. (Diario Cronica)


Más de Regionales