Pide cambiar el apellido del DNI de su hija por abuso y la burocracia del Registro Civil se lo impide

Río Grande- El calvario de una niña que lleva el apellido de su padre violador y no se lo permiten cambiar por trabas burocraticas del Registro Civil Provincial. La madre de la víctima denuncia que desde hace cinco años intenta sacar de la vida de su familia al abusador, pero su apellido sigue estando en el documento de la niña.



Una menor de 10 años, víctima de abusos sexuales, es revictimizada nuevamente por un Estado que la obliga a seguir viviendo un calvario. Es que a pesar de los ingentes esfuerzos de su madre y los constantes reclamos, aún no puede cerrar el proceso que se inició con una denuncia y siguió con la condena de su propio padre, quien la violaba. 



Sin embargo, 6 años después de esa sentencia, la menor de edad aún debe convivir con una carga: sigue llevando el apellido de su progenitor, condenado en 2015. 



Mariana, la madre de la menor explicó que “me han entregado el oficio pero fue en negativa porque falta administrativamente algo que especifique por qué hay que sacar el apellido del progenitor de atrás del DNI”. 





Además, destacó que “falta que el Juez diga que se quita el apellido de la parte de atrás y del acta de nacimiento y se terminaría una pesadilla para nosotras”. Expresó que “moralmente la niña pide paz, yo también y pido respeto. Y agregó que “esto se tiene que terminar, mi hija tiene que tener la identidad que le corresponde”. 



«Hubo errores de tipeo que me hicieron tener que volver. Llevo tres años así. En el Registro Civil ellos tiene que acatar la orden del Juez, pero lamentablemente esto es otra traba burocrática», relato la madre en diálogo con Radio Fueguina. 





«Mi hija tiene miedo porque no nos dejan vivir; hemos estado seis años sin poder salir de Tierra del Fuego. Incluso tengo esta nota que indica por qué hay que cambiar el apellido», sostuvo mientras exhibía la documentación. 



Sin embargo, explicó: «Dicen que faltan especificaciones, es la tercera vez que tengo que ir al Juzgado y después tendré que volver». Y cerró: «El violador no es parte de nuestra familia, no lo queremos más y necesitamos que se termine». 



 



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