Economia

YPF vale menos que lo que el Gobierno pagó a Repsol por la mitad de la empresa

En el último año, la acción en Wall Street cayó casi 60% y se opera debajo de los 15 dólares. La capitalización de mercado se redujo a USD5.850 millones. Por el 51% de las acciones, Argentina emitió deuda por USD6.000 millones

La capitalización bursátil de la petrolera YPF, la empresa más grande de la Argentina y un activo de referencia para los inversores del exterior, quedó debajo de los USD 6.000 millones, enUSD 5.850 millones, menos que el total comprometido en el vencimiento de Boden 2015 del próximo 3 de octubre (unos USD 6.500 millones), e inferior al que el Gobierno argentino acordó pagar a Repsol por el 51% de las acciones de la compañía, unos USD 6.000 millones en bonos, que al contabilizar capital e intereses asciende a unos 10.000 millones de dólares.



La acción de la petrolera estatal YPF se negoció en Wall Street a 14,95 dólares, su valor más bajo desde el 8 de julio de 2013. En el transcurso de 2015 YPF retrocedió 43% desde los USD 26,47 en que finalizó 2014. En los últimos doce meses, el desplome de la cotización acumula un 59,4% desde los USD 36,88 del 29 de septiembre del año pasado.

 


 


La capitalización bursátil (Market capitalization) es el valor de una empresa que surge de multiplicar el precio de una acción por la cantidad de títulos emitidos por la cotizante. Si un inversor contara con todo ese dinero, teóricamente, podría hacerse de todas las acciones de una compañía y convertirse en su dueño. Dicho precio financiero difiere de un valor real estimado por la suma de todos los activos físicos de una compañía (maquinarias, terrenos e instalaciones, vehículos, etcétera), conocido como el valor empresarial (Enterprise value), que en el caso de YPF es hoy de 11.660 millones de dólares.


 




 
 La presidente Cristina Kirchner anunció en abril de 2012 el envío de un proyecto de ley al Congreso para expropiar el 51% del paquete accionario de la petrolera, en manos de la española Repsol. Tras dos años de conflicto, el Estado argentino resolvió en mayo de 2014 la emisión de títulos públicos por unos USD 6.000 millones en el marco del convenio por el resarcimiento a Repsol.




Los títulos que fueron transferidos a la empresa española fueron la ampliación de la emisión de Bonar X por un monto de USD 800 millones, Discount 33 por USD 1.250 millones, Boden 2015 por USD 400 millones, Bonar 2024 por USD 3.550 millones y una Letra del Tesoro por USD 150 millones, como contragarantía de la fianza solidaria a ser otorgada a Repsol correspondiente a los tres primeros servicios de intereses de los Bonar 2024.


En su momento, los funcionarios del Palacio de Hacienda estimaron que la Argentina estaba asumiendo un costo ventajoso por los títulos en manos de Repsol, pues en abril de 2012 las acciones habían caído debajo de los 15 dólares (un precio casi idéntico al actual), desde los casi 40 dólares que cotizaban en enero de aquel año, cuando comenzaron a correr firmes versiones de una inminente estatización que motivaron el derrumbe.

El error de cálculo oficial debe atribuirse a un fundamento de mercado cuyo movimiento escapó a todas las previsiones de los analistas: el declive de los precios internacionales del petróleo. El barril de crudo ligero de Texas en los EEUU cayó de USD 102 en abril de 2012 a unos USD 45 en la actualidad. Incluso cuando en mayo de 2014 el ministro de Economía, Axel Kicillof, dio el visto bueno al menú de bonos para cancelar la estatización, el barril todavía se sostenía en 104 dólares. 



A la par, las inversiones en el reservorio de shale de Vaca Muerta, situado en la Cuenca Neuquina y principal activo de YPF por su potencial productivo de escala mundial, entraron en uncompás de espera, debido a que por debajo de los USD 80 por barril su explotación es menos rentable que importar hidrocarburos. Esta pausa en el desarrollo no convencional también disuade por el momento a los fondos que podrían incorporar en cartera acciones de la petrolera argentina.






 
 Además, las noticias locales presionan sobre los títulos de YPF, a menos de un mes de laselecciones presidenciales y la incertidumbre sobre la política económica, que tiene particular incidencia sobre una compañía bajo control estatal.




"Técnicamente, tenemos la inconfundible señal de baja. La idea de que el oficialismo pueda ganar de una (sin ballotage) y ataque los puntos fuertes del mercado, espanta al inversor, hace que la Bolsa retroceda, no gane en expectativas y pierda sustento. Ante la evidencia del quiebre (de tendencia), nuestra postura técnica ya cambió, hay espacio para mucha más baja", identificó el analista Jorge Fedio, de Clave Bursátil. 


Hace una década valía cinco veces más


La capitalización de mercado de YPF fue decreciendo paulatinamente en la última década. Hace diez años, el precio de la acción en Nueva York se situaba en unos USD 70, su máximo histórico, que reflejaba un Market Cap de USD 27.050 millones, unas 4,6 veces más que en la actualidad.




 
 


En noviembre de 2012, pocos meses después de la estatización, el título tocó su piso de precios, en USD 9,57, con un valor bursátil de 3.760 millones de dólares. Entonces se evidenciaban las dudas de los inversores sobre la viabilidad de la compensación a Repsol y sobre las posibilidades de concreción del ambicioso plan quinquenal de inversiones por USD 37.000 millones presentado por el CEO Miguel Galuccio.


Hace dos años, el 29 de septiembre de 2013, con una acción en USD 20,60 alcanzaba los USD 8.075 millones, mientras hace un año (USD 36,88) llegaba a 14.460 millones de dólares, casi el triple que hoy.


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