El gobernador Peralta, los diputados y la gente en el medio

A poco de ingresar en el último  mes del año, Santa Cruz sigue inmersa en una crisis económica y política que tiene al gobernador enfrentado con los diputados y a la gente como víctima de esa relación quebrada. El fin de año no podía ser peor.

Ni el más pesimista de los santacruceños hubiera imaginado un fin de año como el que tenemos, con una crisis política y económica totalmente impensada hace un tiempo atrás.

La mala administración del gobernador Peralta condujo a la provincia a una profunda crisis económica de la cual nadie sabe cuándo se podrá salir y al mismo tiempo a tomar decisiones poco felices una y otra vez para “safar” a fin de mes, cuando llega la hora de pagar los sueldos de los trabajadores.

Como si esto fuera poco, el feroz enfrentamiento que se desató entre el gobernador Peralta y el Gobierno nacional luego que el mandatario indicara que le quieren cargar “el fracaso del modelo”, profundizó todo tipo de problemas en la provincia y expandió los enfrentamientos de Peralta con intendentes y diputados alineados con el Gobierno de la presidenta, Cristina Fernández.

Desde ese entonces, el mismo gobernador que fundió la provincia fue blanco de una excesiva ofensiva del Gobierno nacional, que castiga (y seguirá castigando) la incompetencia para administrar los fondos de la provincia y incontinencia verbal para mantener la relación con quien en incontables ocasiones lo salvó de una casi segura caída.

El fin de año encuentra al Gobierno provincial tan complicado como meses atrás, pero todavía más complicado en las relaciones políticas.
Sin ideas ni recursos para afrontar la crisis de otra manera, Peralta intenta obtener un nuevo préstamo para afrontar el final del 2012 y el inicio del 2013, pero eso depende de los diputados, en su gran mayoría totalmente enfrentados con el mandatario.

Peralta fundió la provincia y el Gobierno está decidido a hacerlo pagar por eso, con los diputados alineados y listos para no aprobarle absolutamente nada.

En el medio, la decisión del gobernador de pedir una sesión extraordinaria para que se trate el crédito de 250 millones de pesos y el paquete fiscal que incluye impuesto inmobiliario minero, por lo que el final de esta historia está abierto.

En el medio, la gente, abrumada y perdida en esta interna política que ya no es capaz de analizar, sólo reduciendo sus críticas a todo aquello que les complique cobrar su sueldo a fin de mes.

En el medio, la gente que pasó de odiar el gobernador Peralta por haber fundido la provincia a odiar a los diputados por no aprobar un nuevo endeudamiento para ese mismo Gobierno, quizás sin saber que ese Ejecutivo provincial es el que no informa la fecha de pago a los jubilados cuando ya tiene el dinero. El mismo Ejecutivo que juega con la fecha y la forma de pago a los activos para meterle presión a los diputados que tampoco aportaron absolutamente nada en esta historia.

En el medio, la gente que está cansada de ver como el gobernador se pelea con todo el que lo critica, tratando de demostrar que no le importa nada, que no tiene nada para perder y que la pelea recién comienza.

En el medio, la gente que sabe y se siente como única perjudicada en una pelea de poderes que parece no tener fin.

En el medio, la gente que ver a intendentes, diputados, concejales y funcionarios con una incontinencia verba nunca antes vista en la provincia y que no colabora en nada.

En el medio, la gente que observa con impotencia sin saber cuándo va a cobrar y sin saber si eso le alcanzará para llegar a fin de mes.
En el medio, siempre está la gente- (El Diario Nuevo Día)

 

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