Industria Fueguina

Destacan cierre de 2014 con problemas para producir celulares

De acuerdo a un informe elaborado por La Nación, se estima que la producción en Tierra del Fuego apenas superará los 10 millones para este año a raíz de los problemas de financiación y acceso a las divisas. A futuro, pronostican menos variedad de equipos.






RIO
GRANDE.- La telefonía móvil no tendrá un buen cierre de año en la Argentina.
La producción de celulares en Tierra del Fuego sufrió una merma este año
respecto de los números producidos entre 2012 y 2013: los fabricantes
debieron regular su producción, y reorganizar la que planean para 2015, ante
las dificultades que tienen para conseguir los dólares con los que deben
pagar las piezas que se usan para producir los teléfonos en la isla.

La Nación habló con ejecutivos de los fabricantes en Tierra del Fuego, de las
marcas que se asociaron con ellos para traer sus productos al país y con las
operadoras que venden los teléfonos. Todos coinciden: sin dólares para
comprar las piezas, no hay cómo producir nuevos aparatos.

"Nosotros entendemos que el país necesita dólares; pero también
necesitamos que el Gobierno nos entienda a nosotros; tenemos que poder
explicarle a nuestros proveedores qué sucederá a futuro, para que no nos
corten el crédito. Para la producción general en la isla tenemos una línea de
crédito con los fabricantes chinos y coreanos de US$ 1200 millones, pero si
no pagamos y sumamos deuda, eso se cae; nos costó muchísimo lograr que
confiaran en nosotros", decía por estos días un encumbrado ejecutivo
fueguino.

El problema es fácil de entender: faltan dólares para comprar las piezas con
las que se hacen los equipos. Aunque los teléfonos se venden en pesos, los
componentes con los que se producen se pagan en dólares. El envío de dólares
al exterior está muy limitado. Sin pago, no hay piezas. El corte de envíos no
es automático por varias razones: primero, porque es un proceso relativamente
largo (los envíos se pagan a 60 días; en otros electrodomésticos llega a 120
días) y porque este lustro de producción le permitió a las compañías
fueguinas pedir créditos y acumular deuda frente a sus proveedores; pero no
es una situación que se pueda sostener en el tiempo.



Perspectivas

En el mercado, esta problemática se reflejó en las demoras en el lanzamiento
de los últimos modelos presentados por las compañías durante 2014. Menor
variedad de equipos, pocas unidades de los modelos más caros y menos
promociones especiales, a pesar de estar en la época del año más fuerte en
ventas por las fiestas de fin de año.

Para 2015, en la industria local dicen que, de mantenerse esta situación,
habrá menos modelos disponibles -para hacer más eficiente la inversión con la
cantidad limitada de dólares disponibles- y una apuesta aún mayor a los
equipos de gama media y baja, que tienen un precio en dólares más bajo, y que
permiten mantener el volumen de producción. Habrá equipos de gama alta, pero
en menos cantidad. "¿Faltarán teléfonos? No; pero vas a tener menos
opciones para elegir. Y los fabricantes van a apuntar a lo que vende sí o sí,
ya no tenés margen para el error", afirmó un ejecutivo local.

"Producimos menos para no quebrar stock -le explicó un fabricante
fueguino a La Nación-. Hacés menos, pero mantenés la distribución, vas
abasteciendo; hay poco, pero seguís estando en los negocios." "Las
operadoras ofrecen equipos de tal o cual marca en uno u otro trimestre según
quién logró juntar los dólares para producir", indicaron desde la filial
local de uno de los mayores fabricantes de smartphones del mundo.

Menos ventas, aumento de costos y los problemas de stock provocaron una caída
del 20 al 25 por ciento del sector durante este año, dijo Hugo Rolón, de la
Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de Argentina (CATEMA)

Pero la merma en ventas no afecta sólo a los fabricantes o las plantas de
Tierra del Fuego: se resiente toda la cadena, hasta llegar a los locales que
hacen la venta al público. "En los últimos meses de 2014, la caída de
las ventas acompañada por el aumento de costos, principalmente de salarios y
alquileres, como así también la falta de actualización de los ingresos,
sumado al bajo stock, pusieron en jaque a la actividad. Nuestros reportes
señalan una caída de entre un 20% y 25% respecto a 2013", dijo Hugo
Rolón, presidente de la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de
Argentina (CATEMA), uno de los pocos que se animó a realizar declaraciones en
on sobre el panorama de la industria.

"Los agentes oficiales están proyectando un 2015 igual o tal vez peor
que este año y es probable que haya una reducción de estructura de las
empresas y de puntos de venta. Asimismo, el servicio de 4G representa una
oportunidad porque producirá un recambio del parque celular, pero sucederá en
el mediano plazo porque la infraestructura es incipiente y tampoco sabemos si
se resolverá el problema de abastecimiento", agrega Rolón, en referencia
a los anuncios de la habilitación del servicio por parte de Movistar (desde
hoy) y de Personal (desde el viernes pasado), Claro lo hará más adelante en
2015. Personal (que tiene un tercio de los 45 millones de líneas activas en
el país) estima que tiene 200.000 clientes que hoy pueden saltar al 4G.



Stock

"En el interior del país la falta de stock es más grave porque los
equipos se distribuyen desde Buenos Aires y tardan más días en llegar a los
distintos puntos. Hay menor variedad y cantidad. Se pierden muchas ventas
porque los clientes van en busca de determinados dispositivos que no están
disponibles", señala el presidente de CATEMA, que agrupa los agentes
oficiales de las principales operadoras del país.

Orientada a abastecer el mercado interno en base a unidades armadas a partir
de kits adquiridos en el exterior, la provincia más austral de la Argentina
logró revitalizar sus números desde 2010, tras la sanción de una ley que
elevó los impuestos a los productos electrónicos importados y los redujo en
aquellos equipos ensamblados en territorio fueguino, buscando recuperar al
sector industrial de la isla, aunque aparejado con un costo fiscal importante
(5600 millones de pesos en 2012).

Esto obligó a la mayoría de los fabricantes internacionales (con la notoria
ausencia de Apple) a asociarse con empresas locales para poder producir en la
isla, ya que la alternativa, la importación directa masiva, encarecía
muchísimo más los productos (y dificulta la entrada de marcas nuevas). Tener
presencia en la isla no es obligatorio, pero sí la única manera de tener
productos con precios competitivos.

Así, Tierra del Fuego pasó de los 398.000 unidades producidos en 2009 a casi
cinco millones de celulares en 2010. Para el año siguiente, la producción
fueguina logró duplicar y superar con creces la meta hasta alcanzar las 12,2
millones.

En 2013 la producción fueguina envió al mercado unos 13,5 millones de
teléfonos celulares, una cifra levemente menor respecto a 2012, con 13,9
millones de unidades; constituyen el 97% de los equipos que se venden en el
país, según el Ministerio de Industria; salvo partidas mínimas y
excepcionales, desde entonces no entraron al mercado nacional equipos cuya
producción no se terminara en la isla; aunque el proceso productivo y las piezas
de los teléfonos semidesarmados son los mismos que los que se dan en otras
partes del mundo, la ubicación geográfica de Tierra del Fuego le agregó
kilómetros, costos y burocracia a un sector al que le costó acompañar el
crecimiento explosivo en la producción.

Al mismo tiempo, a fines de 2013 el Gobierno le pidió a los productores
fueguinos que importaran un 20 por ciento menos que antes para frenar la
salida de dólares, pero manteniendo la producción e integrando algo de
fabricación local; hasta ahora, lo único que se hace aquí son los manuales y
las cajas.

Esta relación producción/fabricación/ensamblado de celulares (que en Tierra
del Fuego determina un proceso productivo sin valor agregado local al
dispositivo final) se repite en otras partes del mundo, que se abastecen de
proveedores chinos, coreanos y japoneses; además, los niveles de inversión
(iniciales y sucesivos) necesarios para reemplazar componentes asiáticos con
argentinos no tienen relación con la demanda que puede generar el mercado nacional,
cuyo volumen y costos internos no permiten que se exporten equipos, como sí
sucede en México o Brasil.

Para este año, en el tercer trimestre del año los fabricantes de la isla sólo
han producido unos 2,3 millones de celulares, un 43 por ciento menos respecto
al mayor pico de producción de la provincia, registrado en el tercer
trimestre de 2013 con mas de 4,1 millones de unidades, de acuerdo a un
análisis basado en los reportes del Instituto de Estadística y Censos de
Tierra del Fuego.

Ahora, el panorama para los fabricantes de Tierra del Fuego es muy diferente
a los años anteriores. Por primera vez, se prevé una reducción de un 20 por
ciento entre un año y el otro, según estimaciones de la consultora Carrier y
Asociados. De esta forma, la producción anual de celulares apenas superará
las 10 millones de unidades, la cifra más baja desde que comenzó el boom de
la fabricación de electrónicos en el sur del país.






























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