Caso Blue House II: 5 años y el dolor no cesa

Un fatídico 3 de febrero del 2007 Río Gallegos amanecía con la triste noticia, un incendio en un hostal de Punta Arenas se quedaba con la vida de una familia riogalleguenses entera. Junto a ellos otros turistas también perdieron la vida. Hoy se cumplen 5 años de un hecho que no debe quedar en el olvido.

* Por Nicolás Revello

Ese 3 de febrero del 2007 era sábado y por lo tanto teníamos franco en el medio gráfico en el que me desempeñaba. Cerca de las 9 de la mañana el celular comenzó a sonar de manera intensa y me imaginaba que algo malo pasaba. En esta profesión uno debe estar preparado para muchas cosas, pero por más preparación posible hay noticias que duele escribirlas. “Averigua que hubo un incendio en Punta Arenas, en un hotel y murió mucha gente, hay personas de acá”, me repetía el jefe de redacción. Inmediatamente comenzaron las averiguaciones y la triste noticia se iba confirmando. 10 personas murieron en un incendio, entre ellas una familia íntegra de Río Gallegos: Jorgelina Díaz de 24 años, Esteban “Bocha” Torales de 32 años, y sus dos pequeños hijos Facundo y Franco de 6 y 8 años respectivamente. Pero las novedades no paraban de llegar, Jorgelina estaba embarazada de gemelos, habían viajado a Punta Arenas para, junto a la familia, hacerse una ecografía en 3 dimensiones.
De a poco y consiguiendo la información que nos iban suministrando colegas chilenos fuimos armando la nota periodística sin saber que en mi persona me iba a afectar, no solo por conocer al “Bocha” Torales, sino porque estas son justamente las noticias que a uno mas les cuesta escribir. A partir del fatídico incendio, se procedió a la repatriación de los restos. Momentos duros si los hubo, son los que se vivieron ese 5 de febrero del 2007.
Quizás muchos pensarían que el tema iba a quedar así. La familia Díaz-Torales no se iban a quedar con los brazos cruzados, querían pelear para que se haga justicia y yo sabía también que el tema en el diario no lo tenía que dejar.
Con el correr del tiempo les fui realizando diversas entrevistas y me encontré con una familia fuerte y unida que no iba a dejar que la muerte de sus seres queridos quede en la nada.
Pasaron los meses, y luego de idas y venidas llegó el juicio al propietario del Hostal y a su hijo. El tribunal de Punta Arenas declaró en cuanto a lo penal a los propietarios del Hostal a la pena corporal de 540 días de reclusión menor en su grado mínimo, a las accesorias de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, y al pago de las costas de la causa, por su responsabilidad de autores en el Cuasidelito de Homicidio en las personas de: Esteban Omar Torales, Jorgelina Andrea Díaz, Franco Esteban Torales, Facundo Sebastián Torales, Peter Konig, María Katharina Konig, Phillipe Bayer, Jennifer Kussel, Emily Charlotte Longworth y Lauren Kipic ocurrido el 3 de febrero de 2007, en Punta Arenas. En definitiva era un año y medio aproximadamente.
Se les concedió a los sentenciados el beneficio de la remisión condicional de la pena (no irán a prisión).
Así mismo y con respecto a las demandas civiles de indemnización de perjuicios interpuesta por los demandantes Juan Esteban Torales y María Silvia Huaiquil Igor, y por los actores Hans Heinrich Bayer y Christhope Pierre Bayer, en contra de los demandados Juan Oriol García Riquelme y Cristián Fabián García Vargas, y se condena solidariamente a éstos dos últimos a pagar las siguientes sumas de dinero: Para los demandantes Juan Esteban Torales y María Silvia Huaiquil Igor, la suma total de ochenta millones de pesos chilenos (al cambio de ese entonces eran unos 500.000 pesos argentinos), esto es, 40.000.000 para cada uno, por concepto de indemnización del daño moral.
Para los demandantes Hans Heinrich Bayer y Christhope Pierre Bayer, el monto total de treinta millones de pesos chilenos ($30.000.000,) que se desglosan en veinte millones de pesos (20.000.000,) para el primero de los antes mencionados, y diez millones de pesos ($10.000.000,) para el segundo.
Pero el dinero que dispuso la justicia no les devuelve la vida de ninguna de las personas que allí fallecieron, el dolor después de tanto tiempo no va a cesar. En distintas partes del mundo hay familias que hoy 3 de febrero recuerda a sus seres queridos. Mientras tanto en Punta Arenas se sigue publicitando al otro Hostal Blue House, recordemos que eran dos los que los propietarios tenían.
Esta, quizás, no era la justicia por la que tanto lucharon las familias, pero pueden estar tranquilos que lucharon incansablemente porque este hecho no quede impune y si bien la condena no era la esperada los Díaz-Torales deben saber bien que Jorgelina, Esteban y los pequeños los miran desde arriba orgullosos de sus padres y abuelos.
Para quienes no recuerden el caso todo ocurrió un 3 de febrero de hace 5 años atrás.
Un incendio en el Hostal Blue House ubicado en Punta Arenas, Chile se llevó la vida de 10 turistas.
Ocho, entre ellos los cuatro riogalleguenses, fallecidos fueron identificados, mientras los cuerpos de dos víctimas restantes fueron enviados a Santiago.
La muerte de la joven pareja conmocionó a la población de la capital santacruceña, donde Torales había trabajado en el vivero municipal y en ese entonces se desempeñaba en la actividad petrolera.
La pareja había viajado a Punta Arenas para que Jorgelina se realice una ecografía en 3D (tridimensional), para ver a los gemelos en la panza.
Otras víctimas del incendio en la hostería chilena fueron identificadas por las autoridades como los alemanes Jennifer Kussel, Philippe Bayer, Peter Konig y María Katharina Konig.
También murieron una ciudadana canadiense y una australiana.
Todas las víctimas murieron por asfixia al inhalar monóxido de carbono cuando dormían, mientras otros 11 turistas lograron escapar con vida.
El 5 de febrero arribaron a río Gallegos dos aviones de la Fuerza Aérea Chilena transportando los restos.
Los dos Twin Otter matrículas 933 y 949 aterrizaron cerca de las 15:15 y fueron estacionados en la plataforma civil del aeropuerto internacional de esta ciudad.
Cerca de 50 personas, entre familiares y amigos de las víctimas fatales, fueron a recibir los restos mortales entre llantos desgarradores de dolor e impotencia.
Duros momentos de tensión se vivieron cuando comenzaron a desembarcar los féretros de la familia riogalleguense de los aviones para depositarlos en las respectivas ambulancias para llevarlos a la sala de sepelio.
En uno de los aviones se hallaban los féretros del padre junto al de uno de los chicos, mientras que en el otro la madre con el chiquito restante.
La Fuerza Aérea chilena dispuso de dos aviones en los que además viajaron los padres de Jorgelina y de Esteban (el matrimonio).
Los turistas que murieron se encontraban durmiendo cuando estalló el fuego, mientras otro grupo de personas alojadas en el lugar, compuesto por chilenos, holandeses e israelitas logró salir del hotel en medio de la confusión del humo y del fuego.
La identificación de las víctimas fue una tarea difícil ya que según relató el secretario de la presidencia chilena, Edgardo Riveros, "no quedó registro ni documentación que ayudara en la labor".
Riveros llegó a Punta Arenas "para apoyar la tarea de repatriación de los restos", según destaca la prensa local, "y hacer llegar el pesar de la entonces presidenta Michelle Bachelet al cuerpo consular".
El fiscal local Gonzalo Aranda entregó anteayer la nómina de los fallecidos, donde se confirmó la identidad de las víctimas argentinas, y con respecto a los alemanes se informó que fallecieron Philip Bayer, de 28, Jennifer Kusell, su pareja, de 23, Peter K´nig, de 55 y su esposa, María Katharina K´nig, de 50.
En el caso de las otras dos víctimas, se estableció que eran dos chicas, una canadiense y la otra australiana, y que tendrían 20 y 25 años. (El Diario Nuevo Día)

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