Sociedad

La mitad de la gente siente que el trabajo afecta su salud

Así concluye un estudio nacional en recursos humanos. La relación con los compañeros y el mal clima laboral son las principales causas. Dicen que es el síntoma de una época de incertidumbres.


Aunque resulte un lugar común, no por ello es menos cierto: muchas personas pasan más horas del día con sus compañeros de trabajo que con sus familias. De ahí que los problemas en este ámbito puedan impactar de un modo significativo en la salud psíquica y física. Especialistas señalan que, en la actualidad, a la dificultad de las relaciones interpersonales se suma un contexto de incertidumbre y malestar que agrava el panorama. 


Un estudio realizado por la consultora de recursos humanos Adecco Argentina mostró que, de un total de 400 consultados, casi 50% manifestó creer que su trabajo actual puede generarle problemas de estrés y afectar su salud. Las causas principales de esa situación estresante son la relación con los compañeros y el clima reinante en el lugar de trabajo, y el tener que desempeñar su tarea bajo presión o con objetivos a corto plazo.


José Alberto Muñoz, presidente del Colegio de Psicólogos de Mendoza, explicó que la salud mental no es responsabilidad exclusiva del individuo. Esto, ya que puede apelar a los recursos propios para enfrentar una situación que lo afecta pero también es importante el entorno social y los "filtros” que puede ofrecer. Sin embargo, la destrucción del lazo social pone en cuestión este soporte. 


Para poder estar sano mentalmente, uno debe amar -planteó Muñoz- y en lo laboral es esencial poder verse representado en el proceso de producción. También, que exista un reconocimiento que no sólo es monetario sino también simbólico, porque el hombre es lazo social. 


La falta de estos componentes se suele traducir en ansiedad generalizada, un miedo muy intenso e irracional que impide realizar las actividades cotidianas como antes. Así, una persona puede tener dificultad para levantarse temprano, sentirse desganada e irritable. Sin embargo, Muñoz señaló que son síntomas epocales, ya que era difícil encontrar estos trastornos en los ‘80, mientras hoy los factores socio-ambientales, políticos, económicos y culturales favorecen la incertidumbre que produce miedo y angustia. 


En cuanto a la modalidad de abordaje, consideró fundamental un buen diagnóstico, trabajo interdisciplinario, pero sobre todo detectar a tiempo los primeros síntomas, de modo de no llegar el síndrome de ansiedad generalizado. 


La contención familiar

"Nunca he visto que la gente se desespere tanto por llegar al viernes”, señaló la psicóloga Dina Federman. También relacionó la situación actual de que los sueldos no alcanzan con la exacerbación de los conflictos cuando una persona gana más que otra en el mismo lugar de trabajo. 


En un repaso rápido de lo que observa en el consultorio, planteó que 80% de los pacientes están molestos con su vida laboral y que se ha agravado en los últimos tiempos. Aunque también consideró que influye en la insatisfacción una sociedad de consumo que prioriza lo material por sobre los afectos. 


Pero Federman indicó que se percibe que los vínculos cercanos están muy dañados porque las personas llegan enojadas del trabajo y se encuentran con alguien en la misma situación, lo que lleva a que se contaminen las relaciones familiares. Así, ya no se vuelve a un hogar que se puede considerar un refugio y son muchos, además, los que no tienen un espacio de reconciliación con ellos mismos, ya sea caminar, practicar yoga o realizar una actividad artística. 


Competencia e injusticias

Muchas veces, el ambiente de trabajo se vuelve adverso debido a dificultades en las relaciones interpersonales, señala el coach (asesor de equipos) Sebastián García Burgos. La cultura de la empresa y el estilo de liderazgo pueden favorecer la competencia entre los miembros y situaciones que son vividas como injusticias entre los integrantes de un grupo. Esto lleva a las personas a estar en una situación de alerta o a la defensiva, lo que genera gran estrés ya que para ellos el trabajo es un modo de intentar de asegurar su supervivencia. 


Entre los casos mas comunes que observan -detalló García Burgos- están la falta de reconocimiento a las contribuciones que hace un miembro al equipo, las exclusiones, los privilegios individuales, las luchas de poder y la extrema orientación a los resultados por parte de la Dirección. En su consultora trabajan para concientizar a los equipos y su líder de aspectos relacionales que no identifican, y les ofrecen herramientas para armonizar esos vínculos a partir del diálogo.


 


Los países donde son más felices a la hora de ir a trabajar


El Barómetro Edenred-Ipsos 2016, realizado entre 14.400 empleados de 15 países, valoró el bienestar en el trabajo combinando índices de desigualdad en el entorno laboral, aprecio por el puesto de trabajo y nivel de satisfacción que le depara.


El estudio se realizó en Bélgica, Brasil, Chile, China, Francia, Alemania, India, Italia, Japón, México, Polonia , España, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos. Dependiendo de cómo los empleados se posicionan en relación con estos tres componentes, se identificaron cuatro perfiles de países.


En Japón, Turquía, China, Italia y Polonia, el bienestar del empleado en el trabajo se caracteriza por una mayor valoración del ambiente laboral.


India, México, Brasil y Chile, por su parte, es donde son más altas las puntuaciones de los elementos vinculados a la satisfacción y el estímulo de ir a trabajar a diario. 


En España, el Reino Unido y los Estados Unidos, los resultados de los tres pilares son más equilibrados; sin embargo, se caracterizan por una falta de emoción.


Al igual que con el modo anterior, Bélgica, Francia y Alemania se caracterizan por el equilibrio entre los tres pilares, aunque domina la falta de aprecio por su trabajo.


 



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