Masacre de la Fabrica de Hielo: Las pericias psiquiátricas al doble homicida cordobés serán claves

El fiscal indicó que así se podrá conocer el estado mental de José Suárez. Dijo que aún no se corroboró que el atacante sufriera acoso laboral.

Alfredo Villegas, fiscal de Instrucción de Córdoba, manifestó  que José Suárez, el empleado de una fábrica de hielo que asesinó a un compañero de trabajo, al hijo de éste e hirió a otro en un ataque de furia, deberá ser sometido a pericias psiquiátricas y psicológicas para determinar su estado mental.



“Nunca tuvimos un caso con semejantes resultados. Necesitamos recabar información junto con las pericias psicológicas y psiquiátricas. Además, debemos incorporar todos los testimonios que hemos ido recabando para determinar si hubo un caso de mobbing o acoso laboral”, señaló Villegas. 







Y agregó que esta hipótesis aún no fue corroborada: “Es un rumor que circula desde el primer momento. Pero, por el momento, no hay elementos probatorios que lo corroboren. Se han ido receptando testimoniales”. 







El fiscal confirmó que Suarez, hasta la fecha, no ha prestado declaración: “Ni bien podamos lo haremos declarar. Tenemos un arma de fuego secuestrada en el lugar del hecho y un arma blanca, más precisamente una tijera, junto a otros elementos probatorios”.



 



El hecho





El episodio se registró en la empresa dedicada a la fábrica de hielo Polarcito, ubicada en la calle Argandoña al 2.800 de barrio San Vicente en la capital provincial. 







Las primeras informaciones aseguran que el doble homicida tomó la trágica determinación tras ser víctima de burlas permanentes por su condición física.







El agresor fue identificado como José Gustavo Suárez, de 41 años, y se supo que vive solo en una vivienda de barrio San Fernando. 



Los fallecidos, en tanto, son: Ramón Rojas y su hijo Damián, de 55 y 30 años respectivamente, quienes fueron ultimados a balazos. 







La tercera víctima resultó ser Hugo Herrera, de 60 años, encargado de la empresa, quien fue apuñalado en el cuello con una tijera y de no haber sido porque se hizo pasar por muerto, habría corrido la misma suerte que los Rojas. 



 


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