20/10/25
Hay historias que comienzan en el silencio de un laboratorio, con la mirada fija en un microscopio, y terminan cambiando vidas. La de Tamara Rubilar, doctora en Biología, investigadora del CONICET y fundadora de Promarine Antioxidants, es una de ellas. Desde Puerto Madryn, Chubut, esta científica convirtió la desesperación de una madre en un hallazgo biotecnológico único en el mundo: un antioxidante natural extraído de erizos de mar, capaz de mejorar el sistema inmunológico y contribuir a la recuperación de pacientes con diversas afecciones, entre ellas el COVID prolongado.