"Alicia Kirchner se jacta de dirigir una provincia rica con un pueblo pobre"
El discurso de la gobernadora de Santa Cruz dejó mucha tela para cortar.
El discurso de la gobernadora Alicia Kirchner en el inicio de sesiones no aportó mayores novedades: Se centró en elogiar el equilibrio de las finanzas públicas santacruceñas, como vía para “mejorar” la vida de la gente, pero se olvidó de lo esencial, a saber que las cuentas públicas “cierran” por una drástica caída del salario real que paga la administración pública a sus trabajadores.
La realidad es que “empeorar” la vida de la gente le ha permitido nivelar las finanzas públicas. Esa deuda con el pueblo trabajador no aparece en el discurso que se centra en valorar el sacrificio de “todos” cuando el sacrificio se lo obligaron a hacer a jubilados, empleados, docentes, que lucharon en 2017-18 para defenderse de este ataque sin éxito.
A esas luchas por defender lo más elemental que es el salario y su cobro en fecha, la gobernadora le llama “intento de destitución” y queremos recordarle que su gobierno ha promovido un aberrante juicio contra trabajadores y también contra jubilados por participar de aquellos justos reclamos. El gobierno de Alicia Kirchner promueve la criminalización de las protestas mientras finge hacer honor a las víctimas de la dictadura de la que fue funcionaria (siempre es bueno el ejercicio de la memoria Sra. Gobernadora)
El desafío de recuperar niveles salariales que nos saquen de la pobreza extrema, no figura en el discurso que ha venido a complementar la inefable Presidenta del CPE, repitiendo que “el mejor sueldo es el que se puede pagar” lo que en castellano simple significa que los salarios son para este gobierno la variable de ajuste del presupuesto provincial.
Que un gobierno que se pretende popular reconozca que rebaja sueldos para acomodar sus cuentas y que los derechos de los trabajadores para alimentar a sus familias están subordinados a los avatares de planes de ajuste dependientes del FMI (Fondo Monetario Internacional) nos muestra el verdadero carácter de clase patronal y ajustador que define a este gobierno.
La salida no está naturalmente en una oposición macrista o del SER que también votaron el pacto con el FMI y acompañaron la política de caída de los salarios y el ajuste.
La salida la construiremos desde abajo los trabajadores, con lucha para recuperar el valor de nuestra fuerza de trabajo y plateando una alternativa política que nos represente como clase explotada, un gran frente de los trabajadores y la izquierda.
Por Miguel Del Pla
Partido Obrero