Caso Chocobar, el juicio: Azzollini declaró, incriminó a Biott y dejó más dudas
Uno de los acusados en el juicio por el homicidio de Marcela Chocobar pidió declarar ante los jueces. Fue muy preciso en algunos datos, pese a que ocurrieron años del hecho. Pero se mostró olvidadizo en los datos más importantes. Dijo desconocer donde está el resto del cuerpo.
En horas de esta tarde y luego de escuchar las declaraciones de las peritos judiciales, que se encargaron de realizar las nuevas pericias psicológicas, Ángel Azzollini sorprendió a todos cuando su abogado manifestó que tenía deseos de declarar ante los jueces.
Su relató duró casi dos horas, fue muy preciso en algunos detalles, como por ejemplo por que calles anduvieron esa noche, horas de distintos sucesos, cuestiones que suelen “olvidarse” con el paso del tiempo.
Con una declaración marcada como estrategia de la defensa, Azzollini contó su verdad, apuntando e incriminando a Biott como el asesino, y que, según él, desconocía lo que había pasado. Pese a que en una escucha telefónica y en su declaración indagatoria de la etapa de instrucción había dado mas certezas. Azzollini dijo que las incongruencias que dijo en la etapa de instrucción fueron debido a su abstinencia a las drogas.
El relato de esa noche
Azzollini comenzó contando que conoció a Oscar Biott a través de un grupo de WhatsApp y que organizaron un asado para conocerse en persona. El mismo se materializa y entre las charlas surge que Azzollini vivía en un lugar muy precario por lo que Biott lo invita a convivir en su cabaña, ofreciéndole que solo ponga para la comida.
Más adelante en su relato dijo que llegando el fin de semana Biott le anuncia que era su cumpleaños, por lo que lo invita para que hagan “algo” en su domicilio.
Tras arreglar sus horarios laborales para ese sábado (Azzollini era sereno municipal) Biott le pregunta si había cobrado el sueldo a lo que responde que no.
Biott recurre a llamar a varios conocidos, uno de ellos un hombre de apellido Moreno (testigo que ya declaró en el juicio) a quién le estaba realizando un trabajo por lo que le pidió dinero adelantado. Azzollini contó que Biott llamó a Fioramonti (otro testigo) y los invita a quedarse, pero tanto Moreno como el último sujeto nombrado desisten de la invitación.
El declarante relata que Moreno le paga 500 pesos a Biott y que con este dinero van a comprar: pan, hamburguesas, unos limones, una botella de tequila y una Coca-Cola. Gastando unos 200 pesos, todo siempre según su relato.
Tras cenar y comenzar a beber ambos salen de la casa llevándose la botella y comienzan a dar unas vueltas, hasta que llegan al pool Bola 8. Allí descienden y, textualmente, Azzollini recuerda que jugaron 2 partidas de pool. En ese interín se encuentran con Lazza, quién declaró la semana pasada como testigo, y los tres, tras una charla, abandonan el lugar dirigiéndose al hogar donde convivían los dos imputados.
Al llegar a la cabaña compartieron “unos mates” y cerca de “las 05:30 de la mañana Lazza le pide a Biott que lo lleve al hotel donde paraba, pero Biott lo invita a quedarse en la casa y Lazza accede”.
Tras esto “salimos de la casa (Azollini y Biott) para dar unas vueltas afuera de los boliches. Al llegar al pub Russia “paramos en la esquina, vimos a dos mujeres y Biott las invita a dar unas vueltas”. Azzollini relata que primero habían dicho que no, pero tras la insistencia finalmente una de ellas (Marcela Chocobar) accede y sube al auto.
En la continuidad del relato el imputado comenta que en el trayecto a la cabaña (recordaba exactamente el recorrido de calles que hicieron, Biott y Chocobar “debatían por el pago de un servicio sexual, ella cobraba 2.000 pesos y Biott le pedía que sea por los dos, pero ella solo iba a intimar con uno solo”.
Más adelante relato que en varias oportunidades Biott llevaba la mano para el asiento de atrás “y le tocaba la pierna, tratando de tocar las partes íntimas, pero la chica le sacaba la mano”.
Cuando llegan a la cabaña donde vivían Azzollini contó que el desciende del auto y se queda en la misma tomando del tequila que les quedaba, ve a Biott (que se había quedado en el auto con Marcela Chocobar) ingresar a la casa “va a la pieza, busca algo y se va”. Luego escucha que se enciende el motor del auto y al levantarse a ver observa que el Renault 9 se aleja.
Hasta aquí fue el relato previo a lo que habría sido el cruento homicidio. Azzollini dijo que el se acostó a dormir y, cerca de las 11 o 12 del mediodía, Biott lo despierta diciéndole: “negro, negro, no sé si contarte o no, me parece que la maté”.
Azzollini aquí relató que se levantó, preparó unos mates y se sentó en la mesa a conversar con Biott, que tenía rasguños en el cuello y moretones en la cara, para que le relate lo que había sucedido. Según dijo Biott le contó acerca de que Marcela Chocobar en varias oportunidades le habría querido sacar la billetera.
Dijo que le relató que había habido una pelea y que Biott le contó que le golpeó 3 veces la cabeza contra el suelo, luego afirmó que contra una piedra.
A partir de allí viene el relato mas extraño ya que según Azzollini fueron recién cerca de las 16:30 o 17:30 a ver si la encontraban en el lugar en la que supuestamente Biott la había abandonado. Luego relató que fueron el lunes y el martes, siempre “pensando que estaba con vida ahí tirada donde la había dejado”. Cuestión extraña que asombro a varios ya que es muy raro ir varias veces a un mismo lugar, por varios días seguidos pensando en encontrarla en el mismo lugar.
Luego Azzollini dijo que en uno de los días que fueron hasta la zona del San Benito vio que Biott tenia una mochila, cuando le consultó que había adentro le contestó que unas botellas de agua para que tomen, ya que iban caminando y por si encontraban a la chica.
En un momento Azzollini dijo que revisó la mochila y encontró un cuchillo con mango amarillo y unas botellas con combustible en su interior. Cuando le consultó para que eran esos elementos Biott dijo “para hacer desaparecer a la chica”, “sin cuerpo no hay delito”, “ojalá que se la hayan comido los perros”, fueron algunas de las frases que según Azzollini salieron de la boca de Biott.
Finalmente, al menos en las partes mas sobresalientes del extenso relato, Azzollini confió a los jueces que Biott lo había amenazado exigiéndole que le pagara un pasaje para ir a Caleta Olivia, donde tiene a su madre. Ante la negativa Azzollini dijo que “Biott me agarro del cuello y le dijo “me lo vas a pagar o te va a pasar lo mismo que a la chica, a vos o a alguien de tu familia”.
Finalmente, tanto los jueces como el defensor Oficial de Biott, interrogaron a Azzollini por algunas contradicciones en su relato con lo que había manifestado en la declaración indagatoria de la instrucción.
Azzollini dijo que lo que dijo en ese entonces fue producto de la abstinencia ante la falta de droga, consumía marihuana. Enfrentado por las cuestiones que se habían escuchado en una escucha telefónica dijo no recordar prácticamente nada de con quién hablaba o donde trabajaba el interlocutor.