Caso Próvolo: Kumiko seguirá detenida y hay alivio en las víctimas

Mendoza- La monja Kumiko Kosaka tiene 7 acusaciones formales por episodios de abuso y corrupción contra chicos sordos en el instituto religioso.

La monja japonesa Kumiko Kosaka seguirá detenida. De hecho, esperará en prisión domiciliaria el juicio con las 7 imputaciones que pesan sobre ella por abusos sexuales y episodios de corrupción de menores en el instituto religioso para chicos sordos Antonio Próvolo. Así las cosas, el proceso comenzará con la religiosa cumpliendo la prisión preventiva en el domicilio donde se la autorizó provisoriamente, sin gozar de libertad.



Así lo resolvió el tribunal de apelación del Fuero Penal Mendocino, quien confirmó lo que ya había decidido la jueza Mariana Gardey en primera instancia al no hacer lugar al pedido del abogado de la monja; quien a su vez había solicitado que recuperara la libertad al haberse cumplido ya el plazo máximo que una persona puede cumplir de prisión preventiva (2 años y medio). 



 

“El tribunal confirmó el acto de la doctora (Mariana) Gardey, por lo que Kumiko Kosaka debe seguir detenida. Estábamos muy atentos a lo que fuera a resolver el tribunal, y estamos satisfechos con la resolución”, destacó ayer por la tarde el fiscal Stroppiana, una vez culminada la audiencia que se extendió durante poco más de una hora.



Con esta decisión, los jueces confirmaron entonces que el plazo de la prisión preventiva de la religiosa corre a partir del último hecho por el que se le dictó la prisión. De las 7 imputaciones de Kosaka, la preventiva por la última fue dictada por el propio Stroppiana el 3 de octubre, y también confirmada por Gardey. “Además, el tribunal consideró que se ha agravado la situación de la monja con las nuevas imputaciones y las declaraciones que han ido surgiendo del juicio vigente (ver aparte), por lo que agregaron que habría no sólo riesgo de fuga, sino también entorpecimiento probatorio en caso de que recupere la libertad”, acotó el fiscal. La propia jueza Gardey también confirmó la semana pasada la elevación a juicio para Kosaka (aún no tiene fecha fijada, pero se estima que será en breve). Y aunque su abogado se opuso a esta decisión, esto podría definirse durante los próximos días.



Idas y vueltas

El jueves último, durante casi 3 horas, el abogado de la monja Carlos Varela Álvarez había expuesto los motivos por los que consideraba que su defendida debía recuperar la libertad. 



 

El pedido se basaba en que al haber sido detenida el 4 de mayo de 2017 -cuando se la imputó por los primeros hechos que la involucraban-, ayer (4 de noviembre de 2019) se cumplían los 2 años y medio mencionados de plazo máximo de prisión preventiva. 



En tanto, el fiscal y los abogados de las víctimas argumentaron que dicho plazo no se cumplía aún, puesto que la última orden de prisión había sido dictada hace poco más de un mes recién. Con este criterio había resuelto ya Gardey; y resolvieron también ayer los jueces Eduardo Brandi, David Mangiafico y Agustín Chacón. La definición de los jueces ayer fue por 2 a 1.



 

“Estamos tranquilos; la interpretación del tribunal respecto a la prisión preventiva es acorde a los Tratados Internacionales de Derechos Humanos. Porque para los casos de extrema gravedad como este (por el Próvolo) y donde la responsabilidad es notable, la prisión preventiva está bien dada dentro del plazo razonable. Por eso entendemos que el hecho de que la imputada esté en prisión domiciliaria se ajusta a la ley”, destacó el abogado querellante Sergio Salinas.



Entre las víctimas -las involucradas en los hechos por los que está imputada Kosaka estuvieron presentes en la audiencia- también hubo tranquilidad, alivio y abrazos al conocerse el fallo. Más teniendo en cuenta la gravedad de los hechos por los que está imputada la monja.


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