Cinco imputados, dos presos y ningún dato sobre por qué ocurrió el tiroteo en la casa del trapero

FF, su madre y otro de los ocupantes de la casa fueron liberados bajo fianza de 200 mil pesos cada uno. Otro joven quedó en prisión preventiva, al igual que uno de los atacantes.

Más allá de haber cinco personas imputadas por tenencia de arma de fuego y dos jóvenes detenidos con prisión preventiva, las audiencias imputativas a los participantes del enfrentamiento a tiros frente a una casa de bulevar Seguí al 1000 la madrugada del martes no arrojaron pistas acerca de por qué ocurrió. El hecho, más allá de la violencia del intercambio de disparos, adquirió su relevancia por el protagonismo de Franco Fernández, un conocido trapero de 22 años con proyección latinoamericana que quedó en libertad a cambio de una fianza de 200 mil pesos.



Junto con Franco, "FF" en el mundo del trap, fueron imputadas otras tres personas que estaban en la casa atacada: su madre Lorena Gisela G., de 42 años, y Oscar Agustín S., de 19, recibieron la misma imputación que el cantante por tenencia ilegal de arma de fuego de guerra y quedaron en libertad bajo la misma caución. Así lo resolvió el juez Mariano Aliau a partir de un pedido de la defensa que ofreció morigerar la medida cautelar con el pago de una fianza de 200 mil pesos. Además de seguir acusados en la causa, Franco, su madre y Oscar S. deberán fijar domicilio, firmar cada 15 días en sede judicial y no podrán salir del país.



En cuanto al cuarto acusado, Luis Alan T., también de 19 años, además de la imputación por tenencia de arma de fuego de guerra le achacaron abuso de armas por haber disparado a los agresores. En este caso quedó en prisión preventiva por 60 días por orden de Aliau, quien aceptó el pedido del fiscal de Flagrancia Iván Enríquez.



En una audiencia aparte el mismo fiscal acusó a otro joven de 18 años como uno de los tres ocupantes del vehículo desde el cual dispararon contra la casa. En este caso Juan Manuel L., con domicilio en el barrio de la Carne, fue imputado de portación ilegal de arma de fuego de guerra agravada por la intervención de menores de edad, en alusión a los dos pibes de 16 y 17 años oriundos del barrio 17 de Agosto que fueron apresados con él y quedaron a disposición de la Justicia de Menores. Enríquez también pidió 60 días de prisión preventiva para el joven, pero en este caso Aliau dictó la medida por 45 días.



Costumbres rosarinas

Rosario es una ciudad que se acostumbró al sonido de las armas de grueso calibre a lo ancho y largo de su geografía. El martes no fue la excepción. Una vivienda de dos plantas ubicada sobre la mano oeste-este de Seguí al 1000 fue atacada a balazos desde un Ford EcoSport rojo. El ataque tuvo un condimento poco habitual: desde la vivienda respondieron la agresión. Sin embargo, la nota de color la dio uno de los ocupantes de la casa, Fernández, conocido en la movida de la música urbana, específicamente en el trap.



Fernández se hizo conocido entre el público sub 20 hace tres años con el tema “Salimos”, que superó el medio millón de reproducciones en YouTube. En su perfil de Instagram se lo ve promover sus últimos lanzamientos, que incluyen videoclips con la conductora de tevé Romina Malaspina y fotos publicitarias con uno de los hijos de Claudio Paul Cannigia: el mediático Alexander.



Una de las características de la moda trapera consiste en apelaciones a las armas y a la mafia, que al parecer sería parte del éxito de algunos exponentes. Así, trascendieron fotos en las que FF aparece con armas y ese detalle tomó otra relevancia cuando el joven se vio implicado en un violento hecho de disparos con armas de verdad.



 



En las audiencias realizadas la mañana del jueves se pudo armar el rompecabezas de lo ocurrido alrededor de las 3.30 del martes en Seguí al 1000. Si bien en las audiencias no se habló de móvil y ninguno de los de imputados utilizó su derecho a declarar, quedó claro cómo ocurrieron las cosas.



A esa hora del martes policías que realizaban rondines de seguridad en inmediaciones de Seguí y Mitre vieron pasar a gran velocidad por la mano contraria a un auto rojo. Sin dudarlo giraron para perseguirlo y se toparon de frente con el ataque a balazos contra la vivienda. Los uniformados llegaron a ver cómo disparaban desde el vehículo contra la casa. Y también cómo desde un balcón de la vivienda repelían el ataque.



A la espera

Los policías dieron el alerta radial y se concentraron en la escena primaria. Golpearon la puerta de la casa, donde había al menos media docena de impactos, y fueron atendidos por Lorena G., visitadora médica y madre del trapero. Sin oponer reparos, la mujer dejó ingresar a los uniformados para que requisaran la vivienda.



Así en el segundo piso detuvieron a Luis T., quien se infiere que fue quien repelió el ataque desde el balcón. Sobre una silla plástica encontraron una pistola Browning gris 9 milímetros cuyo cargador tenía 3 cartuchos intactos. En el balcón hallaron diseminadas siete vainas servidas además de una cámara de videovigilancia orientada hacia la calle.



Además, en una habitación de la planta baja utilizada como lavadero los policías encontraron sobre un lavarropas una pistola Bersa Thunder 9 Pro con 12 cartuchos intactos en su cargador y una bala en la recámara. Las dos pistolas 9 milímetros tenían su numeración intacta. En ese patio interno también había dos cámaras de vigilancia orientadas hacia la casa.





En la casa incautaron además 11.500 dólares americanos y joyas de oro. En el garaje había dos vehículos: un Fiat Argo negro y un Ranger Rover blanco a nombre de la madre del trapero. Según la acusación, ninguno de los que estaban en la vivienda pudo explicar por qué estaban esas armas en la casa.



Para la acusación quedó claro que los de la casa esperaban un ataque “y es lógico pensar que conservaban armas cargadas dispuestas para su uso”, explicó el fiscal Enríquez. Sobre la calle quedaron al menos nueve vainas servidas.



A la vuelta

Mientras la casa de Seguí al 1000 era requisada, otro móvil policial se dirigió hacia Sarmiento y Biedma, a unos 400 metros del ataque a balazos. Allí estaba el EcoSport con nueve impactos de bala: siete en el techo, uno en la patente trasera y el restante en la rueda delantera izquierda. El vehículo tenía pedido de captura por haber sido robado en Uriburu y Las Palmeras el pasado 6 de enero. A pocos metros del auto encontraron una pistola Bersa calibre 40 negra y plateada con su cargador colocado y su numeración intacta.



En ese escenario fueron detenidos Juan Manuel L., de 18 años; Antonio Bruno C., de 16; y Leonel Alejandro D., de 17, quien según el acta preventiva policial habría arrojado el arma. El fiscal Enriquez acusó al mayor como coautor de portación ilegal de arma de fuego de guerra agravada por la intervención de menores de edad. El fiscal pidió prisión preventiva por 60 días, pero el juez dictó esa medida cautelar por 45 días.



 



La Capital


Esta nota habla de: