Detuvieron al amigo de Agustina Fernández como sospechoso del femicidio

El joven fue el último que vio con vida a la joven. Su versión remarca que salió de su departamento para ir a comprar cervezas y, al regresar, encontró a Agustina convulsionando.

El amigo de Agustina Fernández e inquilino del departamento en el que fue hallada asesinada en julio pasado en la ciudad rionegrina de Cipolletti, fue detenido en las últimas horas como sospechoso del femicidio. Luego de analizar "cientos de horas" de filmaciones de cámaras de seguridad y procesar el resultado de "numerosos peritajes", las pruebas de los pesquisas apuntan hacia él.



Fuentes judiciales identificaron al detenido como Pablo Parra, quien alquilaba el departamento donde fue encontrada Fernández asesinada a golpes en un complejo ubicado en la calle Confluencia al 1.300, de esa ciudad del Alto Valle de Río Negro. El hombre fue sometido a una audiencia de formulación de cargos por parte del fiscal del caso, Martín Pezzetta.



El caso, en el que se investigaba un homicidio en ocasión de robo y hasta circulaba por parte de la Justicia un identikit de un sospechoso, dio un vuelco en las últimas horas luego de que el fiscal Pezzetta recibiera el resultado de "múltiples informes de médicos forenses". Según un comunicado del Ministerio Público del Poder Judicial de Río Negro, para solicitar la detención de Parra el fiscal tuvo en cuenta "los resultados comparativos de ADN y el análisis de prendas de vestir de la víctima".



La joven había viajado desde Santa Rosa hacia Cipolletti y residía en el mismo complejo de departamentos, mientras cursaba sus estudios de Medicina en la Universidad Nacional de Comahue (UNCo). El 2 de julio pasado, Agustina había acordado ir a cenar al departamento de Parra, en la planta baja del complejo, con quien había entablado una amistad.



El joven ahora detenido contó a la Justicia que unos minutos antes de las 19.30, salió de su departamento para ir a comprar cervezas y algunas cosas más para cenar a un mercado de la zona, luego concurrió a lo de sus padres y finalmente regresó a su casa, donde encontró a Agustina tirada en el piso. "Estaba como temblando, convulsionando", indicó el joven.



Debido a la magnitud de los golpes, la joven fue trasladada al hospital Pedro Moguillansky de Cipolletti, donde permaneció internada algunos días hasta que finalmente murió. En un primer momento, los investigadores sospecharon que Agustina había sido sorprendida por al menos un delincuente que ingresó a robar y que la atacó golpes, tras lo cual se apropió de algunos objetos de valor y huyó.



De hecho, la Policía de Río Negro, en colaboración con la Policía Federal (PFA) elaboró un identikit del sospechoso y el Ministerio de Seguridad de la Provincial dispuso una recompensa de un millón de pesos para quien pudiera aportar datos que ayudaran a dar con su identidad o paradero. 



Una fuente judicial confirmó que "todo cambió en los últimas días" a partir de los resultados forenses que recibió el fiscal y que volvieron a apuntar sus miradas sobre Parra, el amigo de Agustina. Tras la sospecha, la Fiscalía encabezó dos allanamientos uno en el domicilio en el que residía Parra -el mismo en el que fue hallada asesinada la estudiante universitaria- y otro en el que viven sus padres.



"Se procesó numerosa evidencia con la participación de múltiples peritos de la justicia y de la querella, en los laboratorios científicos del Ministerio Público", aclara el comunicado del Ministerio Público, en el que "se destacan los múltiples informes médicos forenses, los resultados comparativos de ADN y el análisis de prendas de vestir de la víctima".


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