En Bolivia creen que la relación con el gobierno argentino será "difícil"
"Han sido muy amigos de Evo Morales", consideró la nueva canciller boliviana, Karen Longaric. Denunció la injerencia de Maduro en los asuntos de Bolivia.
Karen Longaric, la nueva canciller del gobierno de transición de Jeanine Áñez en Bolivia, vaticinó que la relación de ese país con el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner será "difícil", durante una entrevista a la agencia internacional AFP.
"Queremos estrechar los lazos con todos los países. Pero lamentablemente con Argentina la situación cada vez se va ir tornado mucho más difícil cuando se ve el cambio de gobierno de (Mauricio) Macri por el gobierno de los señores Fernández", consideró Longaric al ser consultada por la política exterior de Bolivia.
"Pensamos que va a ser muy difícil la situación porque ellos históricamente han sido muy amigos de Evo Morales durante sus 14 años de gobierno", agregó la diplomática, quien es jurista experta en derecho internacional. Algunas de sus primeras medidas al tomar control de la cancillería fue romper relaciones con Venezuela y restablecer lazos con Israel, al tiempo que designó un embajador para Estados Unidos.
Al responder sobre si las acciones que estaba tomando no eran de demasiado peso para un gobierno interino, Longaric consideró que "este es un gobierno constitucional que no tiene limitación de accionar alguno". "Nosotros basamos nuestro accionar en la Constitución política del Estado. No vemos por qué razón tendríamos que haber parado el país durante los tres meses que durará la transición hasta la entrega de gobierno a otros", agregó.
En este punto habló de la "ostensible injerencia de Venezuela". "En los últimos días previos a la transición constitucional, se constató que funcionarios diplomáticos de Venezuela estaban seriamente y activamente involucrados en actos desestabilizadores", contó.
Sobre las denuncias de golpe de estado que llegaron desde diferentes países, la canciller señaló que "puedo sostener con absoluta certeza y convicción de conocimiento que no fue un golpe de Estado porque hubo una renuncia de Evo Morales que no estuvo presionada bajo ningún aspecto". "No hubo fuerza militar, no hubo cohesión. Evo Morales sintió que realmente no debía mantenerse en el poder porque, durante 20 días, marchas pacíficas, que aglutinaron a toda la juventud boliviana sin distinción, le pidieron que deje el poder", agregó.