Engañan, abusan y asaltan a una mujer discapacitada
Tres delincuentes fueron detenidos por el estremecedor ataque. Ocurrió en el barrio porteño de Recoleta. La víctima tiene retraso madurativo.
Una mujer con retraso madurativo fue violada, golpeada y asaltada en la casa que comparte junto a su mamá, quien también tiene una discapacidad mental, por tres delincuentes que la engañaron en una aplicación de citas. La Policía detuvo a los tres malvivientes.
Si bien el robo ocurrió el 9 de abril, recién ahora se dio a conocer el aberrante caso. El plan delictivo había comenzado mucho antes, cuando el identificado como Diego Nahuel Quintanilla empezó a chatear con su víctima, de 36 años, en la plataforma Badoo.
El joven, de 27 años, se hacía llamar "Matías", le dijo a la muchacha que ambos habían ido a la misma escuela especial años atrás y la coaccionó para que acepte un encuentro intimo. Así, logró convencerla y acordaron verse para un almuerzo en el departamento de ella, ubicado en el barrio porteño de Recoleta, bajo la supervisión de las madres de los dos.
El día de la cita, Quintanilla llegó con su hermano y su cuñada, de 41 años los dos. Tras almorzar, la mamá de la mujer fue reducida por la ladrona y el otro hombre, quienes la ataron a una silla y le dieron una paliza. Mientras tanto, en la otra habitación, el hombre que tiene domicilio en la localidad bonaerense de Moreno se abalanzó sobre su víctima para violarla y golpearla. Durante el ataque sexual, la ató del cuello con una sábana y la amarró a los barrotes de la cama.
Minutos después, los tres delincuentes huyeron con un bolso en el que se llevaron varias pertenencias, entre ellas celulares y zapatillas. Los vecinos de la asaltada, identificada como J., acudieron a la vivienda tras oír los gritos y poco después, se radicó la correspondiente denuncia. La discapacitada fue analizada en el Hospital Fernández, donde los médicos constataron más de una decena de lesiones en diferentes partes de su cuerpo.
La División Delitos Tecnológicos y la Dirección de Lucha Contra el Cibercrimen de la Policía Federal comenzaron un trabajo exhaustivo y altamente técnico. Se hizo un seguimiento de todas las cámaras del Gobierno porteño desde la calle Austria hasta la estación Palermo del tren San Martín, y observaron cómo el violador y sus cómplices se habían fugado a pie.
Además, Quintanilla fue identificado por un error muy simple: usó el celular robado, con la cuenta de WhatsApp incluida. Entonces, quienes tenían agendada a J., vieron la cara de un desconocido en la foto del perfil y su propia víctima lo reconoció.
Fuente: El Patagónico (Comodoro Rivadavia)