El Gobierno analiza un cambio en Ganancias para facilitar paritarias
El ministro de Trabajo Carlos Tomada intenta convencer a Axel Kicillof sobre la conveniencia de modificar el mínimo no imponible. Sin embargo se cree que la Presidente se guarda esa carta para la campaña
Cada cual tiene su propia expectativa para este
domingo. Sean oficialistas u opositores. Lilita Carrió aguarda un"autogolpe"de la Presidenta para
"romper la Constitución", de acuerdo a la última de sus predicciones.
Los gremios oficialistas aportarán lo suyo para sumar a una movilización que
logreempequeñecer a la realizada en homenaje al fiscal Alberto Nisman.
También buscarán lucirse los intendentes K en la loca carrera por llenar micros
con militantes.
Poco y nada, en cambio, se especula sobre las posibles
novedades que daría la doctora Kirchner en el Congreso en materia de gestión.
En cualquier caso, hay quienes prenden velas para que la mandataria produzcaalgún golpe de efecto,
como podría seruna actualización del mínimo no imponible de Ganancias.
Naturalmente el mundo gremial recibiría de buena manera un
anuncio de esa naturaleza. Sin embargo,el más interesado en un cambio sobre política impositiva vigente
sería el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, confiaron aInfobaevoceros de ese ministerio.
Según esta versión, Tomada, elministro récordpor permanencia en su cargo,trataría de convencer sobre la
hora a su par de Economía, Axel Kicillof –y a Cristina antes que nadie-- sobre
la conveniencia de dar ese paso. El argumento sería que una medida
de esetipo simplificaría el curso de
las paritarias.
Dicen que Tomada defiende su postura con dos señalamientos:
uno, resultaríamás sencillo cerrar acuerdos salariales por un año, y
en porcentajes menores a los que hoy se barajan entre los sindicalistas para
emparejar los sueldos con el pesado nivel de inflación acumulada (Moyano habla
de más de un 40 por ciento).
De hecho, los gremios que ya tuvieron que renovar acuerdos,
como colectiveros y ferroviarios, entre otros, optaron por negociarsumas puente, a
cuenta de futuros aumentos, dejándoles a otros elincómodo papel de establecer
las llamadas paritarias testigo.
La otra razón que esgrimiría Tomada es que, actualizando el
mínimo no imponible, además de incentivar el consumo, se desactivaría elúnico reclamo concretoque, según esa visión, tiene en este
tiempo la dirigencia sindical.
De hecho, con ese argumento, el conglomerado opositor de
gremios del transporte ha decidido lanzar unparo general para el 31 de marzo; el mismo que había
quedado en la nada a fines de 2014, cuando Cristina eximió de Ganancias el
medio aguinaldo del último diciembre.
Como sea, en otras áreas del Gobierno consultadas por este
medio, fueron categóricos al desconsiderar que el domingo vaya a ocurrir tal
cosa:"Esa es una carta que
Cristina se guarda para más adelante, cuando la campaña esté mucho más
avanzada", apuntaron.
Tampoco creen en "milagros" en la CGT de Moyano,
que volverá a reunirse la semana próxima para analizarla letra chica del polémico
acuerdo de cooperación con Chinay,
probablemente,para adherir a la huelga del transporte.
Respecto del tratado con el gobierno chino, que abriría la
puerta a trabajadores de ese país, a la central moyanista no le mueve un pelo
que el Gobierno diga que ese entendimientoes casi idéntico al que se firmó con España durante la era
alfonsinista, en los 80, sin que se produjera entonces el arribo en
masa de trabajadores españoles.
El artículo 6 del convenio con China,en el renglón sobre facilidades,
dice textual: "Cada parte otorgará a los nacionales de la otra facilidades
para la realización de actividades lucrativas, ya sean laborales o
profesionales, como empleados o por cuenta propia, en condiciones de igualdad
con los nacionales del Estado receptor, siempre que se hubieran concedido los
permisos de residencia y de trabajos necesarios para el ejercicio de dichas
actividades".Unos leen A y otros leen Z.
Además de chinos y de parar o no parar,
la central opositora también hará un inevitabletercer tiempo sobre el acto del
martes de Moyano en el Luna Park, donde relanzó su Partido de la
Cultura, Educación y Trabajo.
"Es Massa o Macri, no hay otra salida",
dijo aInfobaeun íntimo del camionero, al referirse
a las apuestas electorales en esa CGT. Parece cierto: presente en el Luna, tras
un largo tiempo sin dar señales de vida en la calle Azopardo, el canillita Omar
Plaini, que apoya a Scioli, debió resignarse a quemuchos le dieran vuelta la cara.
Así de cruel.
Hasta acá, Moyano no dijo una palabra sobre quién será su
candidato, nitampoco dio la libertad de acción que algunos discípulos suyos
esperabanpara
arreglar con el postulante que a cada uno le parezca. El moyanismo ya alcanzó
acuerdos con el massismo en Salta, Misiones, Chubut y algún que otro distrito
más.
Pero Macri caló hondo entre varios dirigentes (incluido
Moyano), que consideran que Massa entró enuna peligrosa meseta, fuera de que le cuestionan no
haber renunciado aún a su banca en Diputados, donde el ex intendente acredita
un papel opaco y unausentismo perfectoen
las comisiones que eligió participar.
"Yo sin ustedes no podría gobernar; no quiero que me
pase lo de Alfonsín", es una de las frases con
las que el jefe de Gobierno porteño busca seducir a los duros sindicalistas,
previamente ablandados por su subsecretario de Trabajo, Ezequiel Sabor. También
cayó bien el acercamiento al peronismo de Macri, vía Reutemann.
Del lado
kirchnerista, otro que espera un aval presidencial es el presidente de la
Comisión de Trabajo de Diputados, el abogado laboralista Héctor Recalde.
Aspira a sistematizar todas las leyes laborales en unúnico Código de Trabajo.
No lo desesperanza ni siquiera que Tomada haya afirmado que tal proyecto no
esté en la agenda del Ejecutivo."Pero sí está en la agenda del Legislativo",
marca la cancha.
En tanto, los
gremios K del metalúrgico Antonio Caló velan las armas para concentrarse frente
al Congreso. Congregados en la sigla denominada Masa (no confundir con Sergio),
el Movimiento de Acción Sindical Argentino cuenta con la UOM, el Smata, la
Unión Ferroviaria, telefónicos, taxistas y textiles entre otros.
"Vamos a
acompañar a la Presidenta porque le debemos muchas cosas a este Gobierno",
señala Jorge Lobais, titular del gremio textil (AOT).