"Hice lo que cualquier madre haría" dijo una mujer tras matar a puñaladas al abusador de su hijo

Sarah Sands, mujer londinense determinó hacer justicia por sus propios medios tras reiteradas denuncias y condenas que pesaban sobre un vecino de ella de 77 años llamado Michael Pleasted quien abusó del hijo de Sands de 12 años y otros menores en uno de los barrios de la capital británica. 

Hoy, tras haber cumplido su condena, Sands confesó que en ese entonces bebió dos botellas de vino y se dirigió al domicilio de su vecino sobre el que pesaban 24 condenas por delitos contra la integridad sexual de menores y tomó la determinación luego de encontrar a su hijo arrancándose el pelo, temblando y llorando. .

"Me bebí dos botellas de vino, volví a mi antiguo piso y me arrodillé en el suelo, sosteniendo una foto de los niños, gritando. No había podido llorar antes, Bradley siempre estaba cerca", contó a The Sun. "La culpa que sentía por no haberlo protegido me abrumaba. Fue entonces cuando cogí el cuchillo y fui a casa de Mick".

La intención de Sarah Sands no era matarlo, sino forzarlo a declarar y que confesara lo que había hecho. "Recuerdo que cogí un cuchillo y fui a casa de Mick. Quería convencerlo de que se declarara culpable, para que Bradley no tuviera que declarar", dijo . Pleasted le abrió la puerta y solo sonrió. "Le pinché en la frente con el cuchillo y me agarró. No podía permitir que hubiera más dañados, alguien tenía que proteger a las personas", aseguró la mujer, tras afirmar que sus denuncias previas ante las autoridades fueron inútiles.

Poco después su hijo le confesó que había sido abusado. "No paraba de decir: 'Tendría que habértelo dicho antes, eso podría haber evitado que se llevara a esos chicos más jóvenes'", afirmó Sands. "Lo atacó en la tienda y en su casa. Me sentí mal y con el corazón roto". (Fuente: Telefé)