“La impunidad da asco en Argentina”, aseguró el papá de Solange luego de los permisos de Vizzotti en pandemia
Pablo Musse, quien no se pudo despedir de su hija, habló un día después de que Sylvia Brunoldi, la titular de la Liga Argentina de Protección al Diabético, revelara que la funcionaria la ayudó para ver a su marido internado cuando estaba prohibido hacerlo
En medio de la polémica que provocó la revelación de Sylvia Brunoldi, presidenta de la Liga Argentina de Protección al Diabético, al confirmar que la ministra Carla Vizzotti -por entonces secretaria de Acceso a la Salud- la ayudó a despedirse de su marido antes de morir pese a que en ese momento regía una prohibición por el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) que había decretado el Gobierno nacional ante la pandemia de COVID-19, la funcionaria recibió una fuerte crítica de Pablo Musse, el padre de Solange, la joven que falleció en agosto de 2020 sin poder despedirse de sus seres queridos tras permanecer internada en la provincia de Córdoba. “Son todos impunes, a impunidad da asco en la Argentina”, sostuvo en declaraciones radiales.
Con su hija enferma de cáncer, Pablo manejó más de 1.000 kilómetros para darle el último adiós a Solange. Partió desde la ciudad de Plottier, en la provincia de Neuquén, hacia Alta Gracia, en el centro de la provincia de Córdoba. Pero al llegar al acceso de Huinca Renancó, cuatro policías detuvieron su marcha y le impidieron el ingreso por un caso sospechoso de coronavirus. “Tengo todos los permisos. Tengo el resultado del hisopado, tanto que me rompieron las pelotas con el COVID ese de mierda... Me lo hice el lunes y me dio negativo. Estos hijos de puta no me dejaron pasar para ver a mi hija. Esto no va a quedar así”, aseguraba Pablo por aquel entonces.
Un día después de esta incómoda situación que vivió Pablo, su hija Solange, de 35 años, murió como consecuencia del cáncer de mama que ya había hecho metástasis en los huesos, en el pulmón y en el hígado. Y debido a las regulaciones vigentes de aquel momento, se despidió sin el afecto de sus amigos y familiares.
Este viernes, luego de que la ministra Vizzotti quedara nuevamente bajo la lupa por la llamativa confesión de Brunoldi, el padre de Solange expresó su bronca pero, al mismo tiempo, dijo que “ya no sorprende nada”.
“(Sylvia Brunoldi) Ella tuvo la suerte de poder estar con su marido para el último adiós. Lamentablemente, ya no sorprende nada. Uno ya sabe cómo se maneja el poder. Lo que han hecho en la pandemia es triste y lamentable para la sociedad, porque no pudimos despedirnos de nuestros seres queridos”, comenzó su descargo Pablo, durante una entrevista que le brindó este jueves a Cadena 3.
Un día después de esta incómoda situación que vivió Pablo, su hija Solange, de 35 años, murió como consecuencia del cáncer de mama que ya había hecho metástasis en los huesos, en el pulmón y en el hígado. Y debido a las regulaciones vigentes de aquel momento, se despidió sin el afecto de sus amigos y familiares.
Este viernes, luego de que la ministra Vizzotti quedara nuevamente bajo la lupa por la llamativa confesión de Brunoldi, el padre de Solange expresó su bronca pero, al mismo tiempo, dijo que “ya no sorprende nada”.
“(Sylvia Brunoldi) Ella tuvo la suerte de poder estar con su marido para el último adiós. Lamentablemente, ya no sorprende nada. Uno ya sabe cómo se maneja el poder. Lo que han hecho en la pandemia es triste y lamentable para la sociedad, porque no pudimos despedirnos de nuestros seres queridos”, comenzó su descargo Pablo, durante una entrevista que le brindó este jueves a Cadena 3.
“A toda esta gente que hoy nos gobierna, no les importó una mierda toda la pandemia. Alberto no tendría que ser más presidente y Vizzoti ministra de Salud. Va a llegar el 10 de diciembre y se van a ir. Son todos impunes. La impunidad da asco en la Argentina”, concluyó.
Poco antes de su muerte, Solange difundió una carta en la que expresaba su dolor por no poder ver a su padre en las que, sentía, eran sus últimas horas de vida. “Ansiaba ver a mi tía y a mi papá. Estoy muy triste por todo lo que les hicieron. Los trataron como si fuesen delincuentes. Espero que esto que le pasó a mi familia no le suceda a nadie más”, rogaba en sus líneas.
En uno de los párrafos, decía: “Acuérdense, hasta mi último suspiro tengo mis derechos”. Sin embargo, tanto las autoridades cordobesas como las nacionales nunca la escucharon.(Infobae)