Las listas negras de celulares robados están en la mira de la Justicia
Las tienen las empresas telefónicas y contienen cada aparato denunciado: podrían ser una herramienta clave para frenar los asaltos. Más de 70 mil posibles teléfonos del mercado negro son activados con líneas legales cada mes. Esta semana, catorce extranjeros fueron detenidos en el Once por traficar
Tras semanas de inteligencia y tareas
de seguimiento, la división de Delitos Tecnológicos de la Policía Federal
dirigida por el comisario Walter Bernaldetuvo
el martes por la tarde en dos galerías del Once a catorce extranjeros de origen
peruano y paraguayoy allanó más de 20
locales para incautar un botín de más de cien teléfonos presuntamente robados,
la mayoría smartphones de alta gama. La causa hoy está en manos de Ariel Lijo,
en el Juzgado Federal N°4 de Comodoro Py. También, se encontraron equipos para desbloquear
los teléfonos y limpiarlos informáticamente antes de su venta al público. Este
operativo implica una realidad agridulce: celular que se roba, casi siempre
vuelve.
Vuelve más de una vez, por otra
parte: un aparato puede entrar y salir varias veces del mercado negro, ser
robado, comprado, robado otra vez y revendido, de acuerdo a fuentes policiales.El año pasado, más de 70 mil posibles teléfonos del mercado negro fueron
activados cada mes con líneas legalessegún
datos de CATEMA, la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de
Argentina que nuclea a las grandes empresas del rubro como Personal y Movistar:
casi 900 mil durante 2014 en todo el país, la mayoría con líneas prepagas. Y
los celulares robados están en una lista negra amplia y detallada. "Bandas
negativas" es el término que las empresas de telefonía usan para las
planillas que registran los IMEI -el número de serie electrónico de 15 dígitos-
de los teléfonos denunciados como hurtados o perdidos.
Fuentes de peso en la industria relatan
que cada compañía tiene la suya y que en teoría las grandes empresas deberían
compartirlas entre ellas. A simple vista parecen un elemento clave; podrían ser
un mapa elementar para cruzar información y combatir el tráfico de teléfonos.
Pero las empresas no tienen ninguna regla en contra de darle nuevas líneas a
aparatos dudosos. Y las listas, por otra parte, no son tan fácilmente
accesibles. Por ejemplo, la división de Delitos Tecnológicos de la Policía
Federal solo puede ver las bandas negativas bajo estricta orden judicial, y en
el marco de una causa, una entrega de información que en la práctica suele
demorarse y que causa una frustración que fue plasmada en un enérgico informe
interno de la PFA. Hoy, un nuevo grupo de fiscales organizados pone a las
bandas negativas en la mira.
Cristina Caamaño, a cargo de la
Dirección de Gestión Operativa de Casos, encabezó la primera reunión de una
nueva comisión con fiscales de todo el país como los federales Jorge Di Lello
en Comodoro Py y Sebastián Basso en Morón. Fue conformada tras una resolución
de la procuradora Alejandra Gils Carbó; el plan es investigar con más fuerza el
mercado negro y controlar el robo de aparatos, junto a otras irregularidades
que tienen a los teléfonos celulares como epicentro, como la clonación de
códigos IMEI y los compradores masivos de líneas, conocidos como
"bolseros":"Stiuso tenía más de 200 líneas a su
nombre. Hay tipos que tienen más de mil. Eso se tiene que controlar. Las
empresas como responsables deberían empezar a cambiar", asevera
un funcionario judicial entendido en el tema.
La comisión ya cuenta con un informe
de la Dirección de Análisis Criminal. Reunirse con las cúpulas de las empresas
de telefonía es un próximo paso. Por lo pronto, la Cámara de Agentes está
dispuesta a dialogar. El tema les resulta cada vez más preocupante, más allá de
los robos: voces en CATEMA afirman que los robos a mano armada de agencias de
celulares se mantienen en un nivel alto y que conseguir una compañía
aseguradora que respalde al negocio se vuelve cada vez más difícil.
El operativo del martes último en
Once es un ejemplo de tantos que se repitieron en los últimos meses. El mercado
negro de teléfonos tiene un perfil claro. El mes pasado,Infobaedetalló un
esquemaque la PFA investigó
durante meses, con varios allanamientos y detenciones:intermediarios peruanos y colombianos se encargaban de comprar
celulares arrebatados por motochorros para luego revenderlos en locales en
galerías del Centro, Once y Liniers.Así,
un iPhone último modelo podía costar la suma irrisoria de cuatro mil pesos. Un
joven peruano fue detenido con más de 40 teléfonos en su mochila. En el
proceso, los celulares son limpiados tanto de su bloqueo para ser reactivados
como de su IMEI. Así, un IMEI no válido -una virtual cédula falsa que es
detectable a simple vista- es implantado en el aparato mediante un software de
fácil uso. Los 70 mil aparatos dudosos habilitados por mes obedecen a esta
regla.
Esto, de cara a las listas negras,
plantea una paradoja: las bandas negativas solo registran los códigos legales
al ser denunciados. Pero los aparatos dudosos vuelven al circuito con una nueva
línea. Una voz de peso en el negocio de la telefonía móvil afirma: "No hay una reglamentación que lo impida. Sí, se estima que los
aparatos son robados, el IMEI es sospechoso, pero hay un vacío legal al
respecto.Las empresas grandes
manifestaron un interés en frenar esto, pero no hubo pasos concretos hasta
ahora, ni de las compañías como de los entes reguladores. Debería haber, por
ejemplo, una lista blanca de IMEIs válidos, en vez de una lista negra de IMEIs
denunciados".