Lo golpearon e intentaron prenderlo fuego con un aerosol "por ser gay"

El brutal ataque ocurrió en Neuquén. Cuatro jóvenes lo subieron a un auto y lo rociaron con un aerosol. "Pensé que me iban a matar", dijo la víctima.

“Sentí el ruido del encendedor y lo único que atiné fue a taparme la cara, nada más pensaba en por qué estaban haciendo eso”, confió aún shockeado un joven de 19 años a quien otras cuatro personas intentaron prenderle fuego con un aerosol en pleno centro neuquino.



Según publica La Mañana de Neuquén, el violento ataque ocurrió ayer alrededor de las 8, detrás del Museo Nacional de Bellas Artes, cerca de las vías. Braian había acompañado a una amiga a su casa y luego continuó solo hasta la parada de colectivo.



A pocas cuadras de llegar a la garita, un VW Polo lo interceptó y fue en ese momento cuando comenzó su calvario. “Se bajaron dos del auto y me exigieron el celular, yo me negué y me dijeron ‘ah, así que no nos lo vas a dar’ y me metieron en el auto”, relató el joven.



Una vez en el interior del vehículo, los jóvenes comenzaron a propinarle golpes de puño hasta que en un momento lo rociaron con pintura en aerosol en la boca y en otras partes del cuerpo. “En un momento pensé que me iban a matar, no entendía el porqué de la situación”, expresó Braian.



Como pudo, en determinado momento, se zafó de sus agresores y se tiró del auto. Con miedo de que lo siguieran, el joven corrió hasta la calle Perito Moreno y allí pudo tomarse el colectivo hasta su casa.



Braian es parte de la Organización Juvenil del Oeste (OJO) y fueron sus amigos quienes lo vieron herido y pidieron ayuda al director y la psicóloga de la ONG.



“Fue una situación de abuso de poder y de homofobia”, explicó a LM Neuquén el director de la ONG, Gerónimo Lombardo, quien aseguró que no es la primera vez que el joven es atacado por su orientación sexual y que por ello es blanco de “mucho bullying”



Si bien el mismo aerosol provocó algunas quemaduras en su cuello y en el hombro, el joven no quiso denunciar ni ir al hospital por malas experiencias anteriores.



Fuente: El Patagónico (Comodoro Rivadavia)