Peralta y un cumpleaños poco feliz

El gobernador cumplió hoy 57 años de edad y le llegó en un año realmente muy complicado de su carrera política, con la provincia en crisis económica, con denuncias en su contra por el presunto mal manejo de fondos públicos y lavado de dinero y con poco y nada de apoyo político. Un año para el olvido.

Nació en julio de 1955, y 57 años después conduce el destino político de una provincia que no la pasa nada bien, luego de más de cuatro años de una gestión cuestionada por donde se la mire, por turbios manejos de fondos públicos y una mala administración que dejó en crisis económica a Santa Cruz.

Y esa crisis que hoy sufre cada uno de los habitantes de Santa Cruz, también le trae interminables dolores de cabeza a quien este primero de julio pasa un cumpleaños muy poco feliz, con muy poco para festejar.

Sólo basta con hacer un repaso de lo que fue este primer semestre para el gobernador para darse cuenta que a la hora de levantar las copas, seguramente habrá pedido por un futuro mejor.

De capa caída

De entrada, el año ya comenzó mal con la resaca de lo que fue aquella frustrada sesión en Cámara de Diputados, donde el gobernador intentó, sin suerte alguna, aprobar el proyecto de reforma previsional y emergencia económica.

Para ese entonces, ya se veía venir un año en el que Peralta tendría poco y nada de apoyo político, con internas que le complicarían la vida.

No pasó mucho tiempo para que Peralta bajara el proyecto de emergencia económica y reforma previsional, recién intentando retomar la discusión por estos días.

Sin embargo, los problemas de la provincia y el gobernador irían mucho más allá de eso.

¿Por qué? Porque este año Santa Cruz sufre las consecuencias de la mala administración de los cuatro anteriores y entró en crisis, tanto política como económica.

La provincia está fundida y Peralta se vio obligado a tomar el quinto préstamo desde que conduce los destinos de la provincia, endeudando a Santa Cruz en 800 millones, a pagar en 60 meses, sin que eso le solucionara la vida.

“Santa Cruz pobre” y escandalosa

Si hay algo que caracterizó a este 2012, fue la continuidad de denuncias de todo tipo que terminaron por dejar la imagen del gobernador por el piso.

En las redes sociales se multiplican los insultos y las “cargadas” contra un gobernador al que hoy la gente respeta sólo cuando lo tiene cara a cara. Y todo tiene un porque.

Si bien el tema de las denuncias contra el gobernador había comenzado el año pasado, cuando la referente de ARI Coalición Cívica, Mariana Zuvic, lo denunció por presunto lavado de dinero, este 2012 terminó de hundir la imagen del gobernador hasta dejarla en lo más profundo de un sótano.

Documentación publicada en el blog “Santa Cruz pobre” una y otra vez con diferentes historias sobre manejo de fondos públicos colaboraron para que el escándalo fuera moneda corriente en la provincia.

“Más de un millón de pesos de gastos reservados de la gobernación”, el famoso “vinogate” en el que se expuso la gran cantidad de dinero que el gobernador gastó en vinos y hasta detalles de fondos utilizados para la campaña electoral del año pasado, entre otras cosas, enfurecieron a los habitantes de la provincia que, además, este año deben sufrir la incertidumbre de no saber qué día del mes van a cobrar.

Cuando la cosa comenzaba a tranquilizarse, la denuncia por lavado de dinero volvió a reflotar en el programa de Jorge Lanata, con el informe “Los millonarios del sur—lavado de dinero”, tras el cual Peralta se vio obligado nuevamente a desmentir las acusaciones, haciendo su mejor esfuerzo para lavar su imagen.

Ya no es el mismo

Y sí. A esta altura está claro que, sin dinero, Peralta ya no es aquel gobernador que aparecía con frecuencia en actos o eventos deportivos.

Sin dinero, Peralta se olvidó de las drogas, el deporte y los estudiantes.

A tal punto que hoy el Gobierno adeuda a estudiantes más de 7 millones en becas, en lo que no es más que una prueba más del exceso de asistencialismo que no se pudo sostener.

Este año también cerró la “Industria del subsidio” con la cual se taparon huecos a lo largo de todo el 2011 a nivel provincial.

A fin de cuentas, y para no seguir con una larga lista de momentos poco felices, vale decir que está claro que el 2012 es mucho más que complicado para un gobernador que hoy no tiene mucho para festejar. (El Diario Nuevo Día)