Tanto en el reclamo del SOEM en el Concejo Deliberante como en el cacerolazo contra el gobierno nacional denominado “18#A”, los periodistas no buscaron la noticia solamente, sino que además fueron noticia.
En el primer caso, los manifestantes agredieron e insultaron contra cronistas de C5N, Télam y la Televisión Pública, con el “argumento” de representar los intereses cercanos al gobierno nacional, lo que derivó en un silogismo barato en que los periodistas comparten la editorial del propietario del medio de comunicación, simplemente porque trabajan allí.
En el segundo caso, el cual nos ocupa, dos jóvenes trabajadores de prensa, -un periodista y un fotógrafo- de TiempoSur de solo 23 y 24 años, fueron maltratados, empujados, manoteados, y criticados por la misma razón, en el marco del reclamo que el sindicato municipal mantiene contra la comuna.
Nuevo Día se caracterizó y caracteriza durante todo el conflicto municipal, por exponer mayormente la postura del sindicato. Y es por una sencilla razón: la municipalidad cuenta con la disponibilidad de todos los medios de Río Gallegos, mientras que el SOEM cuenta con un blog, un sitio en la red social de Facebook, y la dependencia el criterio de los propietarios de los medios de comunicación para informar su posición, reclamo, etc. Eso se llama editorial. En nuestro caso también es una decisión editorial.
Ambas son respetables y deben ser respetadas, aunque no necesariamente ser compartidas.
Culpar a periodistas de TiempoSur por sus dueños o editorial, es comparable a culpar a los trabajadores municipales por la gestión del intendente Raúl Cantín.
Quizás no lo sepan, pero en los diario de Río Gallegos, muchas veces la nota que escribe el periodista no se refleja del mismo modo en la tapa del tabloide, es más, muchas veces ni siquiera se refleja. Eso repetimos, es decisión editorial.
Es llamativo como dependiendo del contexto o situación política, los medios son amigos o enemigos. Dentro de pocos días se cumplirán seis años de la represión que sufrieron los municipales en plena Avda. San Martín. Ese 9 de mayo del 2.007, a las 9:00 de la mañana las balas de goma de la Policía de Infantería disparo a mansalva a todos los trabajadores que iban camino a Casa de Gobierno a protestar. Uno de los pocos medios que cubrió todos los acontecimientos en el lugar fue TiempoSur, y Tiempo FM.
La crónica emitida por la radio a cargo del colega Ángel Vargas mientras disparaban las balas, es una de las grabaciones más estremecedoras y fuertes de periodismo santacruceño. Angel no trabajaba en TiempoSur, pero es periodista, y gracias a él, el puente entre la gente y la noticia, fue completo.
Un grupo- no todo- que integra el SOEM, deben entender esto. Quizás es una obviedad, aunque no parecería ser claro. Sus dirigentes deben controlar las acciones de sus afiliados, pero también ser tolerantes para aquellos periodistas que no comulgan con los métodos de protesta o con la protesta en sí que lleva adelante el gremio. Esto también es una obviedad pero tampoco parece ser del todo claro.
La delgada línea entre un empujón y una trompada está pronta a traspasarse. Esperemos que no, porque los periodistas no deben ser noticia. (El Diario Nuevo Día).