Una Investigación Compleja

Peritajes acotan hipótesis del homicidio en la muerte de Nisman

El ingeniero químico que hizo el último barrido electrónico ratificó en el expediente que "no es determinante" que no haya restos de pólvora en la mano del fiscal.



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El ingeniero químico José Manzano, que tuvo a cargo el barrido
electrónico al cuerpo de Alberto Nisman, comunicó a la fiscalía que Nisman pudo
haberse suicidado y no tener fulminante en la mano. "No es determinante” que no
los peritajes hayas arrojado que no tenía pólvora en sus manos.



El informe de Manzano, responsable del Servicio de
Ingeniería y Química Forense del Departamento Técnico Científico que hizo ese
peritaje, sin embargo no borra la posibilidad del homicidio.



La fiscal Viviana Fein considera que no tiene
ninguna prueba concreta para sostener que la muerte tuvo que ver con la
denuncia contra la Presidenta. Por eso, no derivó el caso a la justicia
federal, dijeron fuentes del caso.



Tampoco la autopsia induce a pensar que Nisman fue
asesinado. Sus conclusiones coinciden con un suicidio. De todos modos, su
autor, Héctor Di Salvo, al declarar el 22 de enero, dijo que la autopsia no
permite "descartar categóricamente la participación de terceras
personas" en el hecho. Lo que sí aclara es cómo fue el disparo, por dónde
entró la bala, qué recorrido hizo y qué daño provocó. Entró arriba de la oreja.
"En la región temporal derecha hay una herida contuso-excoriativa
orificial de un diámetro de 6 milímetros, ubicada tres centímetros por encima
de la inserción del pabellón auricular y 0,7 centímetros por delante del
mismo", dice.



En cuanto al camino de la bala, afirma: "La
trayectoria del elemento vulnerante ha sido de derecha a izquierda, ligeramente
de adelante hacia atrás y ligeramente de abajo hacia arriba". Relata que
el proyectil quedó alojado en la cabeza. "Explorado el encéfalo, se halla
un elemento metálico desnudo ubicado en la región cortical parieto-temporal
izquierda y un fragmento metálico".



La autopsia sostiene, además, que el cuerpo presenta
un "fenómeno de espasmo cadavérico en mano derecha". En su
declaración, Di Salvo explicó que "en el momento de producirse la muerte
habría estado empuñando un arma de fuego o un objeto de similar forma, tamaño y
volumen". Parece suicidio, pero no puede descartarse un montaje. Tampoco,
un suicidio inducido.



Otro interrogante en torno al arma es por qué no
se encontró en ella ADN de Diego Lagomarsino, quien le entregó la pistola a
Nisman. A los investigadores no los inquieta: la experta química que declaró en
la causa dio "explicaciones técnicas" de por qué podría pasar.



Los otros estudios sobre el cuerpo del fiscal no
arrojaron resultados extraños. Tenía dosis mínimas de psicofármacos y restos
del equivalente a un vaso de alcohol. No se detectó ninguna enfermedad.



Falta el resultado del análisis en sus uñas y
parte del estudio histopatológico de huesos, pero los investigadores no tienen
demasiadas expectativas. No parece que Fein vaya a encontrar en el cuerpo de
Nisman las claves para resolver el caso.