Puerto Madryn: contactó a una menor por Instagram y abusó de ella

Fernando Calfunao, tiene 28 años ya había sido acusado de acoso cibernético. Ahora fue atrapado por familiares y vecinos de una menor a la que contactó por Instagram, se le presentó en su casa y la manoseó.

El juez de Puerto Madryn Marcelo Orlando dictó la prisión preventiva de Fernando Calfunao, un joven de 28 años imputado de manosear a una menor que ubicó a través de la red social Instagram. El hombre ya había sido condenado por un hecho similar.



Calfunao, ahora fue detenido imputado por un caso de “grooming con abuso sexual simple” en perjuicio de una adolescente y permanecerá en prisión preventiva hasta la nueva audiencia.



El juez Orlando hizo lugar al pedido de la fiscal María Alejandra Hernández y decretó la prisión preventiva. Previamente, el magistrado había desestimado una solicitud de excarcelación realizada por la defensora pública Natalia Murillo, ya que entendió acreditada la presencia de peligros procesales para determinar que el imputado permanezca detenido, informó una gacetilla de prensa de la Fiscalía madrynense.



El último caso que ahora lo deja tras las rejas fue denunciado ayer por una menor, acompañada de sus padres, tras la detención del sujeto.



“Hoy a las 13, estaba en mi casa y se presentó una persona de 30 años, 1,90 metros, robusto, que tenía jean y zapatillas y dijo que se llamaba Fernando”, relató la joven, quien explicó que no lo conocía pero que le dio el nombre de su amiga.



“Cuando le abro y le pregunté qué quería me dijo que era amigo de ella, lo dejo entrar y cuando me doy vuelta me toma de atrás y me empieza a manosear. Le dije que no me toque, forcejeamos y me suelta; ahí salgo y cierro la puerta, dejándolo adentro de mi casa y le avisé al vecino y a mi familia. Después lo agarraron entre los vecinos y se lo llevó la Policía”, denunció.



Calfunao ya había sido condenado a tres años de prisión por otro caso de “grooming” cometido contra una menor, con la cual se había contactado a través de Facebook.



Fuente : El Patagónico (Comodoro Rivadavía)