Quien es Telleldin, el abogado de Susana Reina

El abogado es a quién se lo acusa de proveer la Traffic usada para volar la AMIA y acabar con la vida de 85 personas. Sería juzgado el 6 de marzo. Su socio es Víctor Stinfale fue abogado de Maradona y de El Gordo Valor, el más famoso de los asaltantes de bancos.



 



Por primera vez, desde que esta detenida, Susana Reina, habló ante la prensa. Fue ante las cámaras de Canal 9 de Río Gallegos, donde además de argumentar su inocencia pidió que llamaran a su abogado.



Lo nombró en varias oportunidades “llamen a Telleldin” ¿QUIÉN ES TELLELDIN? Carlos Telleidín fue imputado por el acondicionamiento y entrega de la camioneta Trafic presuntamente utilizada para la voladura de la AMIA.



El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 3 de Capital Federal fijó para el 6 de marzo próximo, a las 9:30, la fecha de inicio del juicio oral y público en la causa por la conexión local del atentado a la AMIA ocurrido en el año 1994.



Se trata de la parte de la investigación original del atentado que, luego de diversas instancias recursivas, no quedó alcanzada por la nulidad oportunamente decretada en el primer juicio oral realizado.



Carlos Telleldín, según publica INFOBAE, se hizo tristemente famoso cuando fue detenido como proveedor de la Traffic usada para volar la sede central de la entidad comunitaria judía AMIA y acabar con la vida de 85 personas en la mañana del 18 de julio de 1994. Hasta ese momento se dedicaba al negocio marginal de conseguir autos robados para adulterar sus papeles y venderlos como coches "mellizos".



Antes de eso, tuvo un lavadero de autos, un videoclub y un prostíbulo, pero dejó esos negocios para dedicarse de lleno al más lucrativo rubro del doblado de autos.



Y en ese trámite, los policías que toleraban sus delitos a cambio de contribuciones regulares, terminaron por traicionarlo e inventarle una causa para que les entregara algunos vehículos como fianza informal.



Uno de esos autos fue la Traffic y le fue reclamada por el comisario Juan José Ribelli. Desde el día 10 de julio hasta la fecha del atentado, la camioneta desapareció del radar y no se sabe con certeza dónde fue cargada con explosivos y quiénes la llevaron hasta el lugar del ataque.



Cuando la justicia descubrió el motor de la Traffic bomba entre los escombros de la AMIA, no tardó en detener a Telleldín y a los policías que lo extorsionaron.



No pasó mucho tiempo para que comenzara a sospecharse de la participación del gobierno iraní en la maniobra.



El problema es que apenas empezó a investigarse el ataque, comenzó también una intensa intervención del gobierno de Carlos Menem y sus soldados de la Secretaría de Inteligencia del Estado para arruinar la investigación.



Y también de los policías bonaerenses, que plantaron testigos y pistas falsas al mismo ritmo que los hombres del servicio secreto estatal.



La maniobra más exitosa de interferencia fue la intervención de una jueza amiga del menemismo y un represor, todo esto bajo la atenta mirada de Hugo Anzorreguy, el jefe de la central de inteligencia.



Telleldín, que mientras estuvo en la cárcel se dedicó a estudiar derecho y se convirtió en abogado, vio la oportunidad y se apuró a meter una demanda contra el estado argentino, pidiendo unos 40 millones de pesos como compensación por haber sido "ilegítimamente preso".