Realizan primer trasplante de cabeza exitoso en China

El cirujano encargado del trasplante realizó el procedimiento con éxito en un cadáver, tras 18 horas de operación.

Científicos de la Universidad de Medicina Harbin (China) informaron este viernes que lograron demostrar la efectividad de trasplantar una cabeza humana en un cadáver y hacer posible el funcionamiento de la columna vertebral, los nervios y vasos sanguíneos.



El profesor italiano Sergio Canavero, director del Grupo de Neuromodulación avanzada de Turín indicó en una rueda de prensa que se realizó el primer trasplante "en cadáveres humanos".



"La próxima etapa es un intercambio completo entre los donantes de órganos con muerte cerebral. Ese es el paso final para el trasplante formal de cabeza, que es inminente", indicó el cirujano.



Canavero expresó que "todos dijeron que era imposible (el transplante) pero la cirugía ha sido exitosa". El procedimiento para el trasplante lo realizó el cirujano chino Xiaoping Ren, y la operación duró 18 horas logrando hacer funcionar la columna vertebral, los nervios y los vasos sanguíneos de un cadáver.



Para diciembre de 2017, Canavero pondrá en práctica la realización del trasplante de cabeza en personas vivas.



CRITICAS Y DISCUSION ETICA



Se sabe que los estudios de Xiaoping Ren han contado con la participación de Canavero. Ambos describieron en ‘Neuroscience and Therapeutics’, a propósito de la primera reconexión de la espina dorsal en ratas, que el etilenglicol, material que inyectado en las médulas espinales seccionadas, permitió “restaurar la integridad de las fibras nerviosas cortadas y cerrar las membranas de las neuronas dañadas”.



Estos avances tienen, por supuesto, detractores. Jerry Silver, de la Universidad de Ohio, califica los resultados de “completamente irreales”. Argumenta que, además, los investigadores no demostraron que las fibras nerviosas hubieran vuelto a crecer.



A Canavero esto parece no desanimarlo. Por el contrario, ha continuado con sus ensayos y el año pasado anunció que había realizado con éxito un trasplante de cabeza en un mono que sobrevivió 20 horas, antes de ser sacrificado por “razones éticas”.



Precisamente, la discusión ética es el obstáculo más elevado que se le atraviesa a su proyecto. Arthur Kaplan, director de ética médica en la Universidad de Nueva York, por ejemplo, dice que no debe hacerse y que no está claro si el cerebro comprenderá las nuevas señales, percepciones y la información proveniente de un cuerpo diferente. “Creo que el resultado más probable es la locura o la discapacidad mental severa del paciente”, dice Kaplan.



En la misma línea, pero con críticas más técnicas, hace algunos meses Carlos Ruiz Ocaña, presidente de la Sociedad Española de Neurocirugía, manifestó que es imposible que la ciencia pueda trasplantar una cabeza humana en esos términos y que, aunque se lograran soldar los huesos, no se podría conseguir después que el cuerpo se moviera. “Lo difícil es unir el cerebro con la médula espinal”, insiste.