Los temores de los especialistas respecto a la vacuna contra la covid

La comunidad científica está a la espera de los resultados más recientes de los ensayos clínicos. Algunos temen por la falta de información mientras que otros analizan la posible influencia política en la autorización para su uso.



A semanas de anunciarse resultados más contundentes de los estudios clínicos de varias vacunas contra el coronavirus, la comunidad científica está expectante, sobre todo ante el temor de que no pasen los ensayos de seguridad y el riesgo de que la aprobación tenga influencia política.



El ensayo de la vacuna de Oxford , luego de estar en pausa por seis días, se reanudó hace dos semanas, pero en Estados Unidos no autorizaron a que estos comiencen.



 



Uno de los temores mayores, es que la vacuna se apruebe sin pruebas suficientes. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que quiere la cura antes de las elecciones. Por ello, para calmar las preocupaciones, las tres principales farmacéuticas detrás de las vacunas más avanzadas publicaron documentos describiendo cómo se realizan los ensayos.



Con respecto a la reacción adversa que se dio en un participante de la vacuna de Oxford, reacciones que son comunes, las autoridades de Reino Unido consideraron que no estaba relacionada con el tratamiento y por lo tanto permitieron la reanudación de los ensayos. Si bien trascendió que el participante desarrollo mielitis transversa, tanto la universidad como la farmacéutica AstraZeneca, no divulgaron información al respecto.



Esa falta de información recibió la crítica de los científicos, más cuando se supo que era la segunda pausa debido a una reacción adversa, ya que se señaló a los participantes en julio que el ensayo había sido detenido anteriormente porque uno de los miembros había desarrollado síntomas de mielitis transversa. Si bien posteriormente se le diagnosticó esclerosis múltiple y ese es el motivo por el cual se autorizó la continuidad de los ensayos, la compañía y la universidad no confirmaron si los participantes habían recibido la vacuna o un placebo.



De cualquier forma, los especialistas consideran que, de darse otro caso de mielitis transversa, dado el pequeño número de personas que recibieron la vacuna, será muy difícil recuperarse de eso y se perdería toda confianza en esta, aunque se hayan observado casos de covid-19 que después generaron la otra enfermedad.



Con la confianza del público respecto a las vacunas en picada, incluso investigadores involucrados expresaron sus reservas ante la posibilidad de que las aprobaciones sean influenciadas por motivos políticos. Las negociaciones a puerta cerradas en Europa para la adquisición de la cura generan una imagen de falta de transparencia que preocupa a los especialistas.



Otro factor que influye en las opiniones es que con las vacunas se busca reducir los casos de covid-19 sintomáticos, pero no los casos de enfermedad grave, es decir, si vacunarse disminuye el riesgo de complicaciones graves, ya que esos ensayos tomarían más tiempo.



El objetivo de las vacunas es que al menos el 50% de los que la recibieron no contraigan la enfermedad sintomática, con la esperanza de un 60% o más, pero incluso esos valores no alcanzarían para la inmunidad colectiva, para lo que se necesitaría por lo menos un 80% de efectividad.


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