Admite que ómicron triplica el riesgo de contagios en el avión

La aparición de la variante ómicron ha complicado la movilidad y especialmente la de los viajeros que optan por el avión durante las fiestas de fin de año.

Según David Powell, médico y asesor médico de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la organización profesional de las aerolíneas de todo el mundo, los pasajeros de aviones tienen dos e incluso tres veces más de probabilidades de contraer la covid-19 durante el vuelo con la nueva variante.



A pesar de que los filtros de aire de las aeronaves actuales son de calidad hospitalaria, lo que hace que el riesgo de transmisión sea menor que en lugares abarrotados como centros comerciales, ómicron se está extendiendo a medida que los viajeros se desplazan en avión para reunirse con sus familiares. En estos momentos, la variante, altamente transmisible, ya es la dominante en países como España o Estados Unidos,



Es importante eludir contactos cara a cara y las superficies que se tocan con frecuencia

En declaraciones realizadas a Bloomberg, Powell destaca la importancia de eludir los contactos cara a cara y las superficies que se tocan con frecuencia, e insiste en la necesidad de que, durante las comidas a bordo los pasajeros eviten sacarse las mascarillas simultáneamente. La clase ejecutiva es, según sus palabras, la más segura a la hora de volar, por la baja densidad de personas que la ocupan.



El asesor de la IATA recomienda a los que han previsto tomar un avión tener una pauta de vacunación completa y aplicarse la vacuna de refuerzo y usar una mascarilla adicional, aunque plantea otra posibilidad: no volar. Apunta que, aunque la ciencia no lo ha ratificado todavía, existe una correlación aproximada de que dos dosis contra ómicron tienen una protección similar a una dosis contra delta.



Al ser preguntado por la seguridad de los pasajeros si es detectado un positivo a bordo, Powell argumenta que la cabina “es una caja con fugas. La presurizamos poniendo un gran flujo de aire en un extremo y colocando una válvula de escape en el otro extremo. Así que los pasajeros se encuentran en un entorno de flujo de aire muy alto. A pesar de ser un espacio cerrado,no me parece de alto riesgo; de hecho, es menor que el de un pub irlandés o un gimnasio”.



En relación a dejar vacíos los asientos del medio en las filas, argumenta que proporciona una mayor distancia física entre los pasajeros pero no se ha visto que brinde muchos beneficios.


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