Incendio en un estudio de animación: al menos 23 muertos
Un sujeto no identificado de 41 años entró a los estudios Kyoto Animation y arrojó un líquido inflamable en el interior del edificio, donde se encontraban unas 70 personas.
El extraño ataque contra un estudio de producción de dibujos animados japoneses, podría haber dejado hasta 23 muertos y decenas de heridos, según informaron diversos medios de comunicación de ese país.
El diario Mainichi indicó que un individuo de 41 años entró en el edificio de Kyoto Animation en la ciudad del mismo nombre, en el oeste del país, en torno a las 10.30 de la mañana, roció parte de las instalaciones con gasolina y le prendió fuego mientras gritaba: "tú mueres".
El sospechoso resultó herido y fue detenido por la policía, que no ha informado sobre los motivos que inspiraron su acción.
Las fuerzas de seguridad añadieron que habían encontrado varios cuchillos en la escena del suceso.
Un portavoz del departamento de bomberos, que tuvo que movilizar más de 30 vehículos para controlar las llamas, aseguró a la agencia Kyoto que sus compañeros habían encontrado al menos a 12 personas "con paro cardiorrespiratorio" -una expresión que se utiliza en Japón cuando el forense todavía no ha certificado la defunción de las víctimas- en la planta baja y el primer piso del edificio.
En el instante en el que se desencadenó el grave incidente había más de 70 personas en el interior del estudio, por lo que no se descarta que aumente el número de víctimas fatales.
Las primeras llamadas de testigos que alertaron a los servicios de seguridad advirtieron que habían escuchado "una potente explosión en el primer piso" del edificio y después vieron una gran humareda.
Fundada en 1981 por Yoko Hatta y su esposo, Hideaki Hatta, Kyoto Anime es una de las escasas compañías de este género que no están instaladas en Tokio, el principal centro de producción de estos conocidos dibujos animados.
La compañía afectada ha producido series muy populares en el país, incluidos títulos como K-On!, Estrella afortunada o La melancolía de Haruhi Suzumiya, que recrean la vida cotidiana de jóvenes estudiantes.
La industria del "anime" en Japón agrupa a casi medio millar de firmas especializadas en todo el país, genera más de 19.000 millones de dólares anuales y ha creado generaciones de devotos que siguen los episodios de sus héroes como si de una religión se tratara.