Madeleine McCann: el sospechoso tenía un sótano secreto
La policía encontró una habitación subterránea en una huerta que usaba el principal señalado por la desaparición de la menor.
Durante las excavaciones realizadas por la policía alemana en relación a la niña británica desaparecida Madeleine McCann, se encontró un sótano subterráneo secreto de una cabaña que ya no existe.
La información la adelantó el diario Bild y la televisión privada RTL, citando fuentes de la investigación que todavía no confirmó la Fiscalía.
Sí se ha confirmado que la parcela en cuestión fue utilizada por el principal sospechoso de su desaparición y muerte, Christian Brückner, en 2017. En la actualidad se encuentra abandonada, plagada de maleza que la policía ha despejado para realizar sus trabajos.
Según testimonios de los vecinos de la colonia de jardines y huertos extraurbanos en la que está enclavada ese terreno, Brückner utilizó ese lugar durante dos años. La residencia permanente en esas colonias no está permitida por las autoridades, aunque si la construcción de cabañas para pastoreo y, eventualmente, alguna pernoctación.
En declaraciones a medios locales, varios vecinos aseguran que en la parcela de Brückner había una cabaña antes de que fuera abandonada y que éste solía pasar por allí con dos perros o para hacer un asado.
El principal sospechoso del caso Madeleine, sin embargo, vivía en un remolque situado en una zona industrial a sólo 4 kilómetros de la parcela. En aquella época trabajaba en un taller mecánico.
En la reconstrucción de los movimientos que hizo Brückner tras la desaparición de la pequeña en el Algarve portugués, la investigación ha confirmado que el pedófilo se trasladó después a la ciudad de Braunschweig, a solo 60 kilómetros de Hannover. Allí abrió un kiosco con quien por entonces era su pareja. Cuando la relación acabó, Brückner siguió con el negocio solo durante un año. En las proximidades de esa localidad, Brückner enterró a uno de sus perros muertos. Bajo el cadáver del animal, la policía encontró un USB con imágenes de pornografía infantil.
Fuente: El Mundo