#ChallengeAccepted: la historia detrás del furor de las selfies en blanco y negro
La iniciativa generó polémica y fue acusada de superficial hasta que se conoció el supuesto origen de la propuesta: la terrible situación que atraviesan las mujeres en Turquía.
Instagram se inundó de fotos en blanco y negro de famosas y amigas etiquetadas con el hashtag #ChallengeAccepted-desafío aceptado en inglés- bajo la premisa de promover el apoyo y la fraternidad entre mujeres.
La iniciativa generó polémica y fue acusada de superficial hasta que se conoció el supuesto origen de la propuesta: la terrible situación que atraviesan las mujeres en Turquía. Sin embargo, el asunto todavía sigue generando confusión y críticas.
El origen confuso de la iniciativa pareció aclararse cuando el martes, después de diez días de viralización del fenómeno, la doctora Pragya Agarwal, científica y escritora sobre temas de género y desigualdad racial, subió a su Instagram una explicación del desafío donde aseguró que fue creado como una forma de mostrar solidaridad hacia las mujeres en Turquía, uno de los países que tiene un alta y preocupante tasa de casos de violencia de género.
En concreto, según señala la investigadora, los primeros mensajes surgieron para visibilizar el horrible crimen de Pinar Gultekin, una joven universitaria turca de 27 años. A esta explicación se le unieron otras como la un usuario llamado @beelzeboobz, al que muchas citaron como fuente irrefutable de la verdad y como la del American University Turkish Cultural Club-Club cultural universitario turco americano- que invita a comprometerse en lo concreto haciendo una donación para terminar con la triste situación de las mujeres en Turquía.
Sin embargo, la periodista del New York Times Taylor Lorenz descubrió que, si bien las mujeres turcas habían compartido una serie de imágenes en blanco y negro relacionadas con sus derechos, no es ahí donde tuvo origen la tendencia.
A partir del análisis de datos de Instagram y de la consulta con especialistas, la periodista asegura que los mensajes de empoderamiento femenino en blanco y negro se encendieron en Estados Unidos y en Brasil y se extendieron por todo el mundo a partir de una publicación de la periodista brasileña Ana Paula Padrão, que tomó mayor visibilidad por un discurso reciente de la congresista norteamericana Alexandra Ocasio-Cortez sobre la cuestión de género en política.
Al margen del origen del furor, muchas criticaron la tendencia por considerarla frívola y cuestionaron el hecho de identificar una causa de empoderamiento femenino con una selfie y no relacionarla, en cambio, con la publicación de material informativo para educar sobre los derechos de las mujeres, por ejemplo.
Lo cierto es que, sin tener en cuenta las confusiones y las críticas, el supuesto desafío casi estético provocó no solo la enorme visibilización de la situación concreta y tremenda que atraviesan actualmente muchas mujeres en el mundo sino que también generó más conciencia acerca de lo importante que es promover la fraternidad femenina.