Asegura que quedó marcado tras trabajar seis meses como moderador de Internet

“Vi videos de canibalismo”, aseguró Shawn Speagle, quien contó su terrible experiencia, que le dejó traumas psicológicos de los que no se recupera.

"Ha sido muy difícil olvidar muchas de esas cosas. Nunca lo haces, simplemente se queda contigo para siempre". Apenas seis meses trabajando como moderador de videos de internet bastaron para que Shawn Speagle quedara afectado por el resto de su vida.



Le habían prometido un gran salario y la satisfacción de ser una suerte de juez que ayudaría a hacer de las redes sociales un espacio más sano, empático y humano. Pero desde que ingresó a la empresa Cognizant, en Tampa (Estados Unidos) en marzo del 2018, simplemente comenzó una pesadilla que lo dejaría psicológicamente marcado.



"Uno de los primeros videos que recuerdo haber visto mostraba a dos adolescentes agarrando una iguana por la cola y luego aplastándola en la calle mientras una tercera persona filmaba", contó el joven a la BBC sobre la clase de imágenes que le tocaba analizar.



"La iguana gritaba y los niños no paraban hasta que el animal estaba tendido en el suelo", completó sobre alguno de los tantos videos que quedaron grabados en su cerebro y que cada tanto vuelven a su mente para atormentarlo.



Los especialistas definieron su caso como un estrés postraumático similar al que afecta a una persona que vivió una experiencia límite. Es que, según contó, le tocó convivir con escenas de muerte, violaciones y maltrato animal durante 8 horas al día, cinco días a la semana.



Si bien hay una gran parte del trabajo que se realiza a partir de la Inteligencia Artificial, hace falta una última etapa de confirmación antes de eliminar un video de las redes sociales. En el caso de Speagle su trabajo era en una empresa contratada por Facebook para definir si los videos marcados como violación de las reglas de la red debían ser eliminados o no.



Afectado por las imágenes comenzó a comer en exceso y a experimentar terrores nocturnos. Finalmente fue despedido, le diagnosticaron trastorno de estrés postraumático y decidió salir a los medios, quebrando el acuerdo de confidencialidad, para revelar todo ese infierno que está oculto detrás de las redes.



"He visto a gente poner fuegos artificiales en la boca de un perro y cerrarla. He visto videos de canibalismo, videos de propaganda sobre terrorismo. He visto un video de una niñera asfixiando a un niño hasta la muerte", contó Speagle, todavía conmocionado.



A su vez, señala que muchas veces se ninguneó su sufrimiento y que se ha llegado a sentir avergonzado por sentir estrés postraumático. Le preocupaba que no creyeran que una persona pudiera desarrollar esta enfermedad simplemente por revisar las publicaciones de Facebook.



"Hubo muchas ocasiones en las que fue humillante”, dijo. Pero los psiquiatras lo ayudaron a comprender que el fenómeno conocido como trauma indirecto (ver a otros experimentar dolor) es real y puede ser peligroso.



Hoy es profesor en una escuela pública y pelea para que la problemática se visibilice y el sufrimiento de las miles de personas contratadas en distintas partes del mundo para moderar videos, se termine de una vez por todas.



Sobre su sufrimiento, Shawn relató a The Verge que al poco tiempo de comenzar su trabajo empezaron los síntomas: "Me sentí como un zombi en mi lugar. Realmente te golpea porque no tengo ese síndrome del espectador, que simplemente se sienta ahí mirando todo este sufrimiento sin poder hacer nada para detenerlo".



Ver diariamente videos de suicidios, asesinatos, teorías de conspiración y discursos de odio lo golpeando y muchas veces se sentía frustrado, ya que el equipo termina viendo contenido perturbador que, dice, muchas veces se deja intacto en la plataforma.



La violencia contra los animales fue algo que muchas veces se permitía. "Casi nunca se aceleraba", contó en relación a que nunca se recomendaba que se retirara de la plataforma.



Un infierno en todo aspecto

Aunque el padecimiento también se extendía al trato que la empresa le daba a sus empleados. Si bien había psicólogos disponibles, el joven contó que no había un asesoramiento psicológico adecuado.



Una vez fue a hablar con el psicólogo de turno y la respuesta lo shockeó: "Me dijo que no sabía cómo ayudarnos".



También destacó que el clima que se vivía era denso y muy incómodo: "El lugar era absolutamente repugnante", afirmó. "Sólo había un baño en todo el edificio donde trabajaban 800 empleados. La gente fumaba en el edificio, bebía en el estacionamiento y tenía sexo en sus autos".



Describió que los trabajadores eran en general jóvenes, sin experiencia y mal pagados. Y todos allí padecían las consecuencias psicológicas de la rutina diaria.



Shawn fue diagnosticado con terrores nocturnos que lo llevaron a usar varios medicamentos. A su vez tiene miedo de conducir por la cantidad de videos de accidentes automovilísticos que vio y se asusta con los ruidos fuertes. (Fuente: clarin.com)


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