La crisis en el costo de vida golpea duramente a los británicos más pobres

Impulsada por el aumento de combustibles, alimentos, calzado, muebles y ropa, la inflación en el Reino Unido se disparó a su nivel más alto en 30 años. Más de un tercio del quintil más desfavorecido de los hogares ya dice que fue difícil o muy difícil pagar sus facturas.

Casi el 90% de los hogares británicos se vio afectado por el aumento en el costo de vida el mes pasado, como consecuencia de la suba en los precios de los combustibles, alimentos y préstamos, en comparación con el 62% que se registraba en esa condición en noviembre de 2021.



Asi lo precisó el informe de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS por sus siglas en inglés) que cubre los meses entre noviembre del año pasado y marzo de este, que también encontró que el 23% de los adultos dijo que le resultaba difícil o muy difícil pagar las facturas habituales de sus hogares en el último mes en comparación con hace un año.



A su vez el 17% informó que recurrió a préstamos de los bancos o con tarjetas de crédito para llegar a fin de mes.



Alrededor de un 43% indicó también que no podrá ahorrar dinero en los próximos 12 meses, frente al 34% en noviembre, mientras que el 3% afirmó estar atrasado en los pagos de los alquileres o los créditos hipotecarios.



"El comunicado de la ONS muestra que la crisis del costo de vida ya está afectando duramente a las familias del Reino Unido, con cuatro de cada cinco adultos que ya informaron un aumento en sus costos de vida entre febrero y marzo, y dos de cada cinco que informaron que estaban luchando con aumentos de las tarifas de la energía en marzo, antes del levantamiento del precio máximo en abril", subrayó Jack Leslie, economista sénior de la organización Resolution Foundation.

 



"La crisis del costo de vida ya está afectando duramente a las familias del Reino Unido"





Señaló que la combinación de la reducción de los paquetes salariales y el aumento de los costos, significa que la presión sobre los hogares está aumentando, y las familias de bajos ingresos son las que más sentirán la presión, y más de un tercio del quintil más desfavorecido de los hogares en Inglaterra ya dice que fue difícil o muy difícil pagar sus facturas habituales.



"Esto va a empeorar, con un número estimado de hogares que experimentan escasez de combustible llegando a los cinco millones este mes. En el futuro, el gobierno debe hacer todo lo posible para proteger a quienes serán los más afectados, con el apoyo a los hogares de bajos ingresos como una prioridad", remarcó Leslie.



Explicó que, si bien el aumento de las facturas afectó a la mayoría de los hogares en todo el país, "es más probable que afecte de manera desproporcionada a aquellos en las áreas más desfavorecidas".



La inflación en el Reino Unido se disparó a su nivel más alto en 30 años en marzo, impulsada por el aumento del costo de los combustibles, los alimentos, el calzado, los muebles y la ropa.



El aumento de los precios de los comestibles en el Reino Unido alcanzó a 5,2% en las 12 semanas hasta el 20 de marzo, según la firma de investigación Kantar, la tasa más alta desde abril de 2012.

 



Resultado de la guerra





El mes pasado, algunos productores advirtieron que la suba de los precios de los alimentos podría llegar al 15% a fin de este año como resultado de la guerra en Ucrania.



Rusia y Ucrania son dos de los mayores proveedores de trigo del mundo y la invasión también provocó un aumento en los costos de la energía, encareciendo los fertilizantes, el transporte y la calefacción.



Mientras tanto, las grandes cadenas de supermercados Morrisons y Asda redujeron los precios de sus productos, tras sufrir la pérdida de clientes frente a tiendas de descuento como Aldi y Lidl.



Morrisons dijo que ofrecería un recorte de precios promedio del 13% en más de 500 productos, incluidos huevos, carne vacuna y arroz, según consignó un informe de la BBC.



Mientras tanto, Asda anunció que había "bajado y asegurado" los precios de algunos productos hasta fin de año.



Morrisons, que es el cuarto supermercado más grande del Reino Unido después de Tesco, Sainsbury's y Asda, informó que los recortes cubrirán los alimentos refrigerados, congelados y de almacén y afectarían alrededor del 6% de su volumen total de ventas


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