Qué es la gripe del tomate, una enfermedad contagiosa que afecta a niños en India

Mientras el mundo está expectante ante la suba de casos de viruela del mono, se detectó un nuevo virus. Cuáles son sus síntomas, la razón de su nombre y qué dicen los expertos



Después de la viruela del mono, llega la gripe del tomate. No, no es chiste. Se trata de una nueva enfermedad que afecta a niños en India y que en apariencia es muy contagiosa.



Este virus se registró por primera vez en el estado indio de Kerala, donde hubo un brote en chicos menores de cinco años. Esta infección, bautizada como gripe del tomate, no implica riesgo d evida. Pero tras la experiencia del covid-19 y mientras se sigue con atención los casos a nivel mundial de la viruela del mono, esta nueva situación se sigue con particular vigilancia epidemiológica.



Un artículo sobre la tripe del tomate se publicó este mes en la prestigiosa revista científica The Lancet por científicos de la Universidad LJ (Gujarat, India) y de la Universidad de Victoria (Australia). Además, se suma un reciente artículo en otro medio especializado The Pediatric Infectious Disease Journal, en el que se describen dos casos detectados en Reino Unido en dos hermanos, una niña de 13 meses y un niño de 5 años, que habían regresado una semana antes del comienzo de los síntomas de unas vacaciones familiares precisamente en Kerala.



Aún no se sabe bien qué tipo de virus causa la gripe del tomate. Algunos expertos creen que pueda ser una consecuencia del chikungunya o el dengue, aunqnue otros consideran que podría ser una variante de alguno de los virus de la fiebre aftosa (pertenecientes al género Enterovirus). Por lo pronto, descartan que esté vinculado con el SARS-CoV-2 aunque tenga algunos síntomas en común con el covid-19.



La gripe del tomate se detectó por primera vez en el distrito Kollam, en el estado indio de Kerala, 6 de mayo de este año. Para el 26 de julio ya se habían detectado en el país 108 casos, todos en niños menores de 9 años. A estos deben sumarse los dos pacientes del Reino Unido.



En los niños indios, los síntomas primarios son parecidos a los del chikungunya: fiebre alta, intenso dolor articular y una erupción en forma de ampollas rojas y dolorosas que gradualmente crecen hasta alcanzar el tamaño de un tomate que da nombre a la patología. Los síntomas secundarios observados son típicos de las infecciones virales e incluyen fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, deshidratación, inflamación de las articulaciones, dolor corporal y cuadros gripales similares a los provocados por el dengue. Teniendo esto en cuenta, para llegar al diagnóstico en los niños es necesario descartar mediante pruebas serológicas y moleculares para el dengue, el chikungunya, el zika, la varicela-zóster y el herpes.



El tratamiento, hasta el momento, consiste en aislar al enfermo, descanso, reposición de líquidos y aplicación de agua caliente con una esponja para aliviar la irritación y las erupciones. Además, dicen, se requiere terapia de soporte con paracetamol para aliviar la fiebre y el dolor. Afortunadamente, parece que la enfermedad es autolimitada.



Si bien aún está bajo estudio, probablemente el virus se transmita por contacto cercano. Dada la edad de los pacientes, se cree que podrían ser clave factores como el uso de pañales, el contacto con superficies sucias o el llevarse objetos a la boca. De todos modos, se advierte sobre la necesidad de controlar el brote, ya que la enfermedad podría pasar a adultos y en ese caso provocar consecuencias serias. Por eso, el aislamiento de los enfermos se considera esencial.


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