"Me ató a una escalera y me golpeaba con guantes de boxeo": la grave denuncia de una modelo contra un futbolista

Un estremecedor caso de violencia de género y privación ilegítima de la libertad sacude al ambiente deportivo sudamericano. La modelo Jannah Nebbeling, de nacionalidad brasileña, denunció penalmente a su expareja, el futbolista paraguayo Jorge Báez, por someterla durante más de un año a situaciones de encierro forzado, agresiones físicas y abuso psicológico.

Según relató la denunciante, la violencia no fue esporádica ni circunstancial. Afirmó haber vivido bajo un régimen de aislamiento total, donde su entonces pareja controlaba con quién hablaba, qué podía decir y a dónde podía ir. "Viví en una prisión privada. Me ataba a una escalera, me golpeaba con guantes de boxeo y me mordía la mano", reveló públicamente en un descargo que acompaña la denuncia formal.

El testimonio incluye evidencias gráficas y documentales, entre ellas fotos que muestran lesiones, partes médicos y audios. En una de las imágenes, Nebbeling se muestra atada y visiblemente golpeada. "Esto es lo que la ley llama privación ilegítima de la libertad. Pero también es violencia doméstica brutal", expresó.

La joven, que conoció a Báez cuando tenía 18 años, narró que el vínculo fue manipulado desde el inicio y que, durante el año que duró el encierro, intentó pedir ayuda sin éxito. Aseguró haber buscado contención en Paraguay, pero no logró radicar la denuncia. "Un médico me dijo que no lo hiciera, que él tenía dinero e influencia. Que podía volverse en mi contra", contó.

Recién después de volver a Brasil, logró formalizar la denuncia ante la Justicia de su país, desde donde ahora se espera que avance una causa internacional.

El futbolista, de 34 años y con pasado en equipos del fútbol paraguayo, no respondió públicamente a las acusaciones ni presentó una versión de los hechos hasta el momento.

"Quiero justicia. No solo por mí, sino por cada mujer que fue silenciada y por aquellas que ya no están vivas para contarlo", cerró Nebbeling, cuya denuncia ya generó repercusión en medios brasileños y paraguayos, y podría convertirse en un caso testigo de violencia de género transnacional.